En el corazón de Concepción del Uruguay yace un testigo silencioso de la historia, un santuario de recuerdos que se entreteje con los hilos del pasado: el Cementerio Municipal. Fundado en octubre de 1856, este camposanto es mucho más que un lugar de descanso final; es un crisol de memoria, arte y cultura que merece ser explorado y preservado. En este marco, la Revista MIRADAS dialogó con la Arquitecta Ana María Almeida, directora del Cementerio Municipal de Concepción del Uruguay.
El cementerio Municipal de Concepción del Uruguay es el tercer cementerio cronológicamente hablando de la ciudad; se fundó en octubre de 1856, y su padrino fue el primer presidente Constitucional de la Confederación Argentina, el Gral. Justo José de Urquiza, quien asistió a la apertura.
“La importancia que tuvo –y aún tiene por su referencia local y regional- es muy alta, ya que cuando se fundó, también comenzaron a funcionar los cementerios que respondían a otras autoridades que no eran la Iglesia, institución que hasta esa época llevaba toda documentación de la población, ya sean bautismos, casamientos y fallecimientos”, comenzó a relatar Ana Almeida.
“En este cementerio, de gran superficie para la época, se trajeron a sepultar los que fueron habitantes de la ciudad, y a su vez de ciudades, pueblos y sectores rurales de la región. Cabe aclarar, que en esa fecha Concepción del Uruguay fue sede operativa de la capital de la Confederación, aunque su capital legal era la ciudad de Paraná”, añadió.
Su diseño
El Cementerio Municipal de Concepción del Uruguay, aunque no tiene un autor registrado para su diseño, refleja los principios del Higienismo, una corriente sanitaria del siglo XIX. Esta corriente promovía medidas de higiene para combatir enfermedades epidémicas, creyendo en la propagación de «miasmas» provenientes de cuerpos en descomposición.
Siguiendo estos principios, se buscó un lugar alejado del centro poblado para su fundación en 1856.
“Una comisión conformada por el Cura Interino Felipe Rocatagliata, el jefe político D. Fidel Sagastume, el Juez de Paz del departamento D. Wenceslao López, D. Pedro María Irigoyen y D. Nicolás Jorge, se encargó de su establecimiento”, le comentó la directora del establecimiento a la Revista MIRADAS.
Un Patrimonio multifacético
Declarado Patrimonio Histórico, Artístico y Simbólico en 2021, el Cementerio Municipal es mucho más que una necrópolis. En sus confines reposan los restos de figuras destacadas de la historia local, provincial y nacional, desde caudillos hasta artistas, cuyas tumbas son verdaderos hitos históricos.
Además, y junto con el Cementerio Israelita, fue declarado Patrimonio Municipal Histórico, Artístico, Simbólico y Natural en 2021.
Esta designación se basa en su papel como custodio de la historia y la cultura de la región, albergando los restos de prominentes figuras de la historia nacional y local.
Asimismo, se reconoce su valor arquitectónico, sus elementos conmemorativos y su importancia como museo a cielo abierto que refleja las costumbres funerarias a lo largo del tiempo.
Personalidades importantes que se encuentran en el Cementerio
Personalidades importantes de la comunidad, de la Provincia y la Nación, se encuentran allí sepultadas; algunos de los cuales por Decreto Nº 3281 M.G.J. del 11 de junio de 1958, firmado por el Gobernador Raúl Lucio Uranga se declaran TUMBAS HISTORICAS PROVINCIAL a los sitios en los cuales están sepultados los restos de quienes en vida fueron:
Jorge Clark (1830-1867), Norberta Calvento (1790-1880), Brigadier General Miguel Gerónimo Galarza (1797-1881), Pablo Gunther Lorentz (1835-1881), Anastasio Chiloteguy (1861-1904), Lucilo López (1870-1918), Martín Ruiz Moreno (1833-1919), Lorenzo Sartorio (1885-1921), Benito Cook (1868-1947) y Felipe Texier (1896-1969).
Por otra parte, entre las tumbas memorables se encuentran también las de:
Martín Ruiz Moreno (1833-1919), Cruz López Jordán (1804-1858), el coronel Waldino de Urquiza Calvento (1827-1870), el General Apolinario Almada (1792-1871), Cipriano de Urquiza, Mariano Calvento, Calixto de Urquiza, Doña Clementina Conte de Alió (1873-1916), Teresa Ratto (1877-1906), y muchos personajes de trascendencia para la historia local, provincial y nacional.
Un espacio de descanso final para personas de diversas creencias
“Desde su fundación, ha estado consagrado bajo la advocación religiosa católica desde sus inicios. Sin embargo, con la declaración de los cementerios como servicios públicos según la Constitución Provincial de 1883, se convirtieron en espacios comunitarios accesibles para toda la población”, comunicó la Arquitecta.
Aunque el cementerio fue inicialmente establecido bajo la tradición católica, siempre ha acogido los restos de miembros de toda la comunidad. Esto se refleja en la presencia de tumbas de diversas religiones y creencias, incluidas las de la comunidad judía.
“La falta de un cementerio específico para la colectividad judía en aquel entonces llevó a que aquellos que no contaban con recursos para ser trasladados a otras localidades fueran enterrados en el cementerio municipal”, sentenció la directora del Cementerio.
Así, el Cementerio Municipal de Concepción del Uruguay es un espacio de memoria y descanso final para personas de diferentes credos y orígenes, enriqueciendo su carácter como un lugar de encuentro y respeto por la diversidad religiosa de la comunidad.
El Cementerio y sus árboles
La tupida arboleda del Cementerio Municipal de Concepción del Uruguay, no solo ofrece un paisaje pintoresco, sino que también tiene un propósito funcional arraigado en principios higienistas del siglo XIX.
Estos árboles, cuidadosamente seleccionados por su calidad ambiental y carga simbólica, sirven como barrera natural para prevenir la propagación de los miasmas, vapores considerados perjudiciales para la salud en ese período.
“Entre las especies presentes se encuentran las casuarinas, cipreses y tipas blancas, algunas de las cuales fueron donadas por la Sra. Dolores Costa de Urquiza en 1874”, señaló Ana Almeida.
El ciprés, en particular, ha adquirido una notoriedad especial, siendo protagonista de la popular expresión «Algún día vamos todos pa’ los cipreses».
Esta cuidada selección y mantenimiento de la flora no solo contribuye al ambiente estético del cementerio, sino que también preserva su patrimonio natural y promueve un entorno de serenidad y respeto.
Realización de actividades educativas o culturales en el Cementerio
“Desde hace años se realizan visitas guiadas por diferentes guías de turismo, docentes y funcionarios municipales. En la actualidad y bajo el lema de “otra mirada posible” se han efectuado otras actividades culturales y académicas las cuales han tenido una gran repercusión en la sociedad y cada vez con mayor aceptación”, detalló Ana.
“Las más importantes son a nivel educativo ya que los cementerios pueden ser considerados aulas a cielo abierto, desde la gestión del Dr. Oliva se ha procurado darle mayor trascendencia a esta tarea y hemos recibido gran aceptación de las Instituciones educativas –primaria, secundaria y universitaria- quienes han asistido con grupos de alumnos para hacer recorridos y realizar actividades prácticas en el lugar”, agregó.
Días y horarios de visita
Finalmente, al ser consultada por los días y horarios en el que el Cementerio abre sus puertas, la directora del establecimiento informó: “El Cementerio Municipal es un servicio público indispensable por lo cual está abierto al público los 365 días del año y el horario es lunes a domingo de mañana con atención administrativa de 7 h a 12 h y por la tarde de 15 h a 18 h –puede variar según temporada invierno-verano”.
Visitemos el Cementerio, Patrimonio Municipal
Visitar el Cementerio Municipal no debería ser una experiencia pasada por alto, ya que este sitio alberga una parte invaluable del patrimonio cultural e histórico de nuestra ciudad. Más allá de su función como lugar de descanso final, el cementerio representa la memoria colectiva y los recuerdos individuales de las familias que lo han habitado a lo largo del tiempo.
Es esencial reconocer que el cementerio es mucho más que un simple servicio público; es un auténtico museo de historia, arte y memoria. Cada tumba, cada mausoleo cuenta una historia, y juntos forman un tejido rico y complejo que nos conecta con nuestro pasado y nuestra identidad.
Además, debemos entender que el cementerio no es un espacio estático, sino que evoluciona junto con la ciudad. Es fundamental promover su valoración y tutela entre toda la sociedad, difundiendo su importancia como parte integral de nuestra historia y cultura.
El cementerio también tiene un potencial turístico y educativo significativo. Muchas ciudades han declarado sus cementerios como museos a cielo abierto, reconociendo su valor como destinos educativos y patrimoniales.
Este enfoque dinámico permite que estos lugares no solo sean sitios de recuerdo para los familiares de los fallecidos, sino también espacios donde se guarda y comparte la identidad de un pueblo.
En resumen, visitar el Cementerio Municipal es una oportunidad única para sumergirse en la historia, el arte y la memoria de nuestra ciudad. Es un acto de valoración y respeto por nuestro pasado, así como una forma de conectarnos con nuestra comunidad y nuestra identidad.