Un golpe que por previsible no deja de ser duro fue el que recibieron Los Pumas en la derrota ante Inglaterra por 31 a 12. Porque en el inicio del ciclo de Daniel Hourcade al frente del equipo se mostraron los mismos errores que en el Rugby Championship, y sumaron su novena derrota en diez partidos en un negro 2013.
El tercer equipo del mundo, detrás de Nueva Zelanda y Sudáfrica, era el primer escollo en la gira europea, que se completará con los partidos ante Gales e Italia. Desde el kick off las diferencias fueron claras, y las esperanzas de una recuperación argentina se esfumaron. Porque los locales demostraron que ante las potencias no se puede fallar en los detalles, y Argentina sigue haciéndolo. Una de las claves fue la tranquilidad inglesa para manejar la pelota con las manos y la facilidad para romper la primera línea defensiva de unos Pumas que en los primeros cuarenta minutos se limitaron prácticamente a defender.
La cabeza ganadora de los de La Rosa se plasmó claramente en el primer try del partido, cuando disponían de un penal frente a los palos; en vez de patear, prefirieron ir al line para después armar un maul que terminó dentro del ingoal visitante.
La dinámica del local, gracias al excelente juego de manos tanto de backs como de forwards ingleses, fue demasiado para los de Hourcade. Con Farrell como el maestro de orquesta, el ataque blanco era imposible de frenar para una defensa que falló mucho en los tackles mano a mano. Los tries de Twelvetrees y Ashton mandaron el partido al entretiempo con un 24-6 que hacía prever otra tarde negra para los golpeados Pumas.
Pero en el complemento Argentina salió con más actitud para hacer más parejas las cosas. Ese solo aspecto del juego le permitió dejar en claro que mucho de lo que pasó en el primer tiempo fue por la pasividad albiceleste.
La mejora en la defensa fue notoria y permitió, con errores de manejo y sin claridad, achicar las distancias gracias a los penales de Sánchez. Algo para destacar de Los Pumas fue la obtención tanto en el line como en el scrum. Poco para pretender ganarle a una potencia. Esa es la tarea que tendrá Hourcade por delante. Será compleja y ardua.