Después de 24 años, la Selección disputó el partido decisivo en Brasil. El recuerdo de un grupo que dejó bien representado al país. 
Alguna vez debía volver a ocurrir. Por calidad técnica, por cantidad y calidad de jugadores, y sobre todo por contar con el mejor del mundo. En el Mundial de Italia 1990 estaba Diego Maradona, y ahora estaba Lionel Messi, cuatro veces ganador del Balón de Oro.
Hacía 14 años que Argentina no jugaba una final del mundo. Por eso, en el cierre de este año queremos reivindicar lo que parece muy lejano en el tiempo, pero apenas pasó hace algunos meses en Brasil, muy cerca de nuestro país y que llevó a muchos fanáticos a hacer hasta lo imposible por viajar.
La última vez de Argentina en la final fue una fiesta nacional. Es que con Diego Maradona a la cabeza, la selección había ganado en México 1986 y fue recibida como campeona en el 90. Argentina integró el Grupo A y le costó clasificar. Fue derrota ante Camerún, victoria ante la Unión Soviética y empate contra Rumania. En ese entonces, la victoria entregaba solamente dos puntos.
Como tercero en su grupo, jugó ante Brasil y con una corrida inolvidable de Diego y definición de Claudio Caniggia, se metió en cuartos. Yugolavia y el local Italia, fueron superados por penales. Justamente la instancia en la cual Alemania le ganó aquella final por 1-0. Sergio Goycochea no pudo detener el penal de Andreas Brehme tras la polémica por la supuesta falta de Sensini.
Luego pasaron varios mundiales. Estados Unidos será recordado como el último Mundial de Diego y ese maldito antidoping en el juego contra Nigeria. En Francia 1998 y con Daniel Passarella de técnico, los cuartos ante Holanda fueron el destino final del seleccionado.
Como olvidar el doloroso Japón-Corea 2002 de Marcelo Bielsa. Un equipo que iba a arrasar con todo a su paso, pero que se quedó apenas en primera ronda, cosechando una victoria ante Nigeria, una derrota contra Inglaterra y un pálido empate ante Suecia.
Al igual que en 2014, Alemania le dijo “hasta acá” a nuestro equipo en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. En 2006, Argentina jugó de visitante y otra vez en cuartos. El famoso papel de Lehmann y un 4-2 en la definición desde los doce pasos dejó a Argentina sin semifinales.
Maradona como entrenador en 2010 y una goleada impensada. 0-4 otra vez ante los alemanes, los verdugos argentinos en los mundiales.
La historia en 2014 fue distinta pero con tintes similares a los de Italia. En un grupo accesible, Argentina derrotó a Bosnia y Herzegovina por 2-1, a Irán por 1-0 y a Nigeria por 3-2. Entonado y con ganas, llegó octavos de final. Entre Messi y Di María anotaron el solitario tanto ante Suiza. Con Bélgica, en cuartos, también costó e Higuaín marcó la corta distancia en el marcador final.
Otro seleccionado complicado como Holanda apareció en el camino. El partido fue muy duro y los penales no pudieron evitarse. Apareció el héroe Sergio Romero que defendió al país bajo los tres palos. Argentina se impuso 4-2 tras igualar sin goles en el tiempo regular y el suplementario.
La final lo enfrentó una vez más a Alemania. Partido duro, con varios jugadores cerca de la lesión como el ausente Di María y un Agüero a un 50%. Leo Messi fue la bandera, pero no alcanzó. En tiempo suplementario apareció Martio Götze para el único gol de una final sufrida por un país.
Igualmente, las celebraciones no se hicieron esperar y el pueblo colmó las calles de los centros más importantes de todo el país. Se celebró como un título. La revancha está lejos, pero llega rápido. La fría Rusia aguarda por su Mundial en 2018.