Por Federico Henault | La escalofriante deuda que dejó Vaccaro; la eliminación en España y el nuevo anillo de Manu. Informe y fotogalería. 
En el año del Mundial, el básquetbol argentino transitó un camino difícil, con innumerables problemas en el plano institucional que llevaron a la intervención de la Confederación Argentina luego de conocerse una escalofriante deuda de 33.390.302 pesos y una serie de manejos poco claros por parte de la dirigencia encabezada por Germán Vaccaro.
La crisis, que venía de larga data, comenzó a tomar dimensión luego de la renuncia de Vaccaro y el posterior cambio de autoridades. El santiagueño Daniel Zanni fue elegido para hacerse cargo de la CABB aunque nunca tuvo el visto bueno de los referentes de la selección argentina, quienes hasta amenazaron con no jugar el Mundial de España. Tras una forzada renuncia del dirigente y la presión de la Secretaría de Deportes con Camau Espínola a la cabeza, llegó la intervención y posterior designación de Federico Susbielles, ex basquetbolista y actual gerente de Coordinación de Unidades de Gestión Local del PAMI.
Luego de la auditoría, llegaron los alarmantes resultados. Deudas de cinco millones de pesos a los jugadores, gastos excesivos e irrisorios con la tarjeta corporativa, falta de asientos contables diarios, reportes de gestión y los cierres anuales de los estados contables.
Con las aguas aquietadas y la reorganización como principal objetivo, se designó al exbasquetbolista Juan Espil como director deportivo de la entidad para empezar a delinear el nuevo proyecto de la CABB, que vivió años de gloria deportiva encubiertas por una gestión horrorosa.
Frustración mundial. El 30 de agosto, sin la presencia del as de espadas, Emanuel Ginóbili, ni Carlos Delfino y Juan Gutiérrez (todos por lesión), Argentina tuvo un irregular torneo en España en el que sucumbió en octavos de final ante el Brasil de Rubén Magnano.
Quizás no haya sido el rendimiento esperado del equipo de Julio Lamas -dio un paso al costado-, que debió llevar un plantel que mezcló la experiencia de Luis Scola, Andrés Nocioni y Pablo Prigioni, con jóvenes talentosos como Facundo Campazzo, Selem Safar o Marcos Delía. Aún con todos los problemas ya mencionados, Argentina dio lo máximo y llegó tan alto como pudo.
El señor de los anillos. No todo fue negativo para el básquet argentino. Además de la nueva consagración de Peñarol en la Liga Nacional con la explosión de Facundo Campazzo (dio el salto al Real Madrid), en la poderosa NBA otro compatriota izó la bandera celeste y blanca.
Manu Ginóbili conquistó su cuarto anillo de campeón con los San Antonio Spurs tras una final arrolladora ante los Miami Heat de LeBron James. El bahiense, como si fuera poco, se convirtió en uno de los extranjeros más ganadores en la NBA y su leyenda sigue viva.
(*) Redactor de 442