El Dr. Pablo Seró es el Juez Federal de Concepción del Uruguay. La justicia fue la tercera pata clave para el funcionamiento institucional en tiempos tan complejos. Las autoridades políticas y las autoridades sanitarias, necesitaban de las fuerzas de seguridad y de la Justicia, para poder desarrollar correctamente cada una de las medidas que desde Presidencia y Gobernación bajaban a cada una de las localidades. El buen funcionamiento entre ellos, es lo que permite hoy hablar de una “exitosa primera mitad” de la pandemia.
El Dr. Seró, acompañado por la fiscal Federal Josefina Minatta y todo el personal del Juzgado y fiscalía tuvieron una incesante tarea en estos 100 días. Especialmente a partir del famoso Decreto Nacional 297/2020 que dispuso el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio aquel 20 de marzo. Desde entonces, las fuerzas de seguridad nacionales, con el mandato de la Justicia Federal tuvieron a su cargo el acompañamiento de estas medidas.
A partir del decreto nacional, tomó relevancia el Artículo 205 del Código Penal donde se aplica la figura de delito a “…el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. Por ese Artículo 205, muchos infractores al Aislamiento, especialmente en la primera fase más estricta, debieron vérselas con la Justicia.
“En el marco de las infracciones al artículo 205 del código penal, las partes llegaron a un acuerdo en el cual la parte infractora, repara el daño causado a la sociedad, mediante un aporte de dinero. Ese aporte fue destinado en su gran parte al Hospital Urquiza”, señala Pablo Seró, en diálogo con La Prensa Federal.
En Argentina, una de las primeras causas por violación de aislamiento e infracción al Artículo 205 que terminó en una reparación con una suma de dinero para el Hospital fue en Concepción del Uruguay: aquel uruguayense que llegó de Andorra para asistir a un casamiento en nuestra ciudad. “Luego hubo bastantes causas y de montos variados como, por ejemplo, una causa de $100.000, otra de $60.000, de $30.000, de $5.000 y de $2.000, esto es mucho más reparador que la aplicación de la prisión. Entonces, se cumplía el doble fin de reparar el daño al estado y que haga un aporte al hospital para la preparación del COVID”.
¿En estos 100 días, que es lo que más le costó a la justicia implementar?
Yo diría que pocas cosas fueron difíciles, y eso fue gracias a la comunicación que hubo entre todos los actores, hubo interconsultas para distintas materias ya sean médicas o jurídicas. De tal manera que se llegaba a una conclusión recorriendo distintas incumbencias, nada se decidía ni decide sin el suficiente respaldo de los organismos. Fueron reuniones pactadas previamente citando a todas las partes, muchas veces también fueron improvisadas para decidir sobre cuestiones puntuales. Algunos lo vieron como injerencias de un poder sobre otro, pero yo no lo veo así, porque hasta la forma de legislar ha variado en este tramo de la pandemia. No solo porque se legisla a través de los determinados poderes ejecutivos (nacional provincial y municipal) sino también porque, por ejemplo, los municipios tienen tanta autonomía que en ocasiones el gobierno nacional ha dictado una disposición que no fue implementada por el gobierno provincial, y sí a su vez el gobierno municipal, ya que todo esto responde a las distintas realidades regionales. Yo pienso que es una de las primeras veces hay un federalismo jurídico sano.
¿Esta interacción entre municipio, justicia federal y salud tiene que ver con el resultado del Departamento Uruguay?
Por supuesto, el ejemplo claro es el de San Justo. Cuando apareció el caso 0 y se vio afectada la principal fuente de trabajo de la ciudad que es el frigorífico, inmediatamente tomamos cartas en el asunto. El municipio se vio respaldado por todos, ya que no es fácil cerrar una fábrica que representa cerca del 80% del trabajo en la ciudad, así como también el cierre de la ciudad y el aislamiento de varias familias en Concepción. Y esto no se hubiese sido posible sin la constante comunicación que tuvimos desde que esto empezó.
Más allá del dinero de las multas, también la Justicia Federal entregó varios vehículos recuperados del narcotráfico para la tarea de la pandemia:
Esto vino muy bien, nosotros tenemos un parque automotor secuestrado enorme, más de 500 autos, camionetas, camiones, colectivos, etc, y el procedimiento que ha implementado la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sido que nosotros lo pongamos a disposición de la Corte y la Corte lee los pedidos que nos solicitan determinados organismos como fuerzas de seguridad, municipios. Estos son organismos provinciales prioritarios. En el medio de todo esto, antes de la pandemia, se legisló sobre el decomiso anticipado que podían realizar los jueces de primera instancia respecto de bienes que estén sometido a causas de lavado de dinero, pero así y todo era cuestionable esto porque hasta que no se demuestre que la persona es culpable, no se puede extraer el bien.
Ahora hacemos un decomiso anticipado y se lo entregamos a la repartición que fuere en calidad de depositario judicial y la entidad tiene que contratar un seguro de responsabilidad civil.
Si la persona declara culpable y el bien no puede reinsertarse nuevamente en el comercio se puede transformar en una entrega definitiva, por eso el seguro de responsabilidad se endosa en favor de la Corte Suprema, porque cualquier inconveniente que tenga el bien, el dinero va a parar a las arcas para no desperdiciarse. En este carril le hemos entregado al hospital una Fiat Toro modelo 2017, también al hospital de Basavilbaso una WV Saveiro 2016, al área de desarrollo social de Concepción le dimos un VW Gol.
Destacar a los trabajadores
Yo quisiera rescatar el trabajo de la gente del juzgado, porque nosotros somos conscientes que en muchas partes del país no se está trabajando y la gente del juzgado federal 1 materia penal lo está haciendo todos los días desde que empezó todo esto. Los mismos empleados tomaron la decisión de seguir trabajando. Nunca paramos de trabajar, esto se suma al trabajo diario que teníamos antes. El avance de la tecnología estuvo afrontado a la altura de las circunstancias, nos comunicamos mediante las distintas plataformas con diferentes puntos del país.
Un gran trabajo de todas las Fuerzas de Seguridad
Lo realizado por las fuerzas de seguridad es para sacarse el sombrero, luchando en primera línea con todos los inconvenientes.
El aporte de la policía fue enorme, sobre todo para controlar las personas que tenían que hacer la cuarentena obligatoria en su domicilio, primero los que vinieron de Europa en los primeros días, luego de Brasil y México y ahora de Buenos Aires. El trabajo de control es desgastante y siempre lo realizan con una predisposición que hay que aplaudir. También la justicia cuando hubo que ser serio con las conductas de la gente que no cumplía los protocolos. Por ejemplo, el cierre del frigorífico en San Justo.