Docentes de la Asociación Gremial del Magisterio se concentra frente a la Casa del Gobierno de Entre Ríos, en Paraná, e instalan una carpa en la explanada con la decisión de no levantarla hasta obtener respuestas a sus reclamos salariales.
La carpa de la protesta
Este martes la Comisión Directiva Central de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) convocó a un «acto y concentración» para «expresar el rechazo de la docencia a la política salarial del gobierno provincial».
Allí los dirigentes docentes darán a conocer las medidas que adoptarán en el marco del plan de lucha que comenzó este lunes y que se extiende con un paro provincial de 72 horas.
Huelga
El plan fue resuelto por el Congreso Extraordinario de Agmer que sesionó el viernes, con modalidad virtual, y dispuso un paro para los días 1, 2 y 3 de marzo, en coincidencia con el inicio del ciclo lectivo de Entre Ríos. Además, se sumará un día de huelga el 8 de marzo por el Día de la Mujer Trabajadora.
El paro de AGMER hizo mermar este lunes el regreso de clases presenciales en la provincia. Sindicato y gobierno, como es usual, difundieron cifras divergentes respecto de la adhesión a la medida de fuerza. AGMER aseguró que adhirió por encima del 90 por ciento de los docentes de la provincia, desde el Consejo General de Educación señalaron que registraron una adhesión del 60 por ciento.
El paro de 72 horas resuelto por el gremio mayoritario de Entre Ríos, al que se sumaron otros sindicatos como UDA y ATER, fue la respuesta al fracaso de la negociación paritaria entre las entidades docentes y el gobierno provincial. La semana pasada se dio oficialmente por terminada la instancia en la Secretaría de Trabajo, ante la falta de acuerdo luego de varios encuentros, por lo que la negociación podría seguir en ámbito judicial, como en años anteriores.
Respecto de lo salarial AGMER y la Provincia también ofrecen números opuestos. El Ejecutivo difundió que la propuesta de aumento salarial para los trabajadores de la educación alcanza el 36 por ciento, al convertir en remunerativos y sumar al sueldo formal los montos que desde el año pasado se venían abonando como bonos en sumas fijas, más un 15 por ciento de incremento.
El sindicato rechaza esa lectura y asegura que la recomposición real ofrecida por el Ejecutivo es apenas del 15 por ciento, ya que la incorporación al sueldo básico de los montos que venían siendo no remunerativos no significa un aumento real de ingresos de bolsillo para los docentes, que en los hechos ya los vienen cobrando desde los últimos meses del 2020.