Desde que comenzó la pandemia el trabajo del personal de salud, y en especial el de enfermería está cada minuto en el centro de la escena. Y el agradecimiento hacia su esfuerzo debe multiplicarse a cada momento. Angustiados, asistiendo las salas y terapias intensivas desbordadas y, en algunos distritos, reclamando para que se los reconozca como profesionales, los trabajadores celebran el Día Mundial de la Enfermería.
Ellos, día a día, en jornadas que muchas veces resultan interminables, le ponen el cuerpo al virus, a lo desconocido, a la enfermedad y al dolor.
En el último informe especial al respecto, realizado el 31 de marzo, el Ministerio de Salud de la Nación precisó que 79.806 trabajadores de la salud contrajeron Covid-19, de los cuales 472 murieron.
El por qué de la celebración
Desde 1965 en todo el mundo se celebra cada 12 de mayo el Día Internacional de la Enfermería. Esta efeméride se fijó en esta fecha para conmemorar el nacimiento de Florence Nightingale, considerada por muchos como la creadora de la enfermería moderna.
Su trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra.
Alcanzó fama mundial por sus trabajos precursores de enfermería en la asistencia a los heridos durante la guerra de Crimea. A partir de ese momento fue conocida como «la dama de la lámpara», por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para atender a sus pacientes.
La Reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja, y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden de Mérito del Reino Unido.
En su honor fue creado el juramento Nightingale efectuado por los enfermeros al graduarse que sienta las bases principales de la enfermería. Y desde 1965 en honor a su cumpleaños se celebra esta efeméride.
La celebración es impulsada por el Consejo Internacional de Enfermería y en ella se quiere recordar el aporte de los enfermeros a la sociedad.