Mañana se celebra el Día del Canillita instituido en homenaje a todos los que de una manera u otra vocean el diario desde horas tempranas en distintos barrio de la ciudad. El pregón matutino se puebla de ofertas. Podemos distinguir entre tantos canillitas a Sergio Darío Almirón, y
se podría afirmar sin embargo, que nadie en la ciudad puede decir que no conoce a Sergio, el diarero o «el enano», como casi todos lo llaman al pequeño canillita que desde hace más de diez años es un preferencial trabajador de la calle. Parado en la esquina de Galarza y Urquiza, ya casi es parte del escenario de la plazoleta, el semáforo, el Colegio Nacional, la Rys y en medio de ellos, su particular figura voceando las noticias de la ciudad. Para todos ellos, que quizás no alcancen a saber de este día, mi reconocimiento y mi eterna gratitud para tan loable sacrificado oficio y Feliz Día.
María Isabel Latorre