Ray Whelan, de 64 años, dirige Match, la empresa a cargo de los tickets de los partidos. La policía brasileña lo vincula con la reventa ilegal.
La policía brasileña detuvo a Ray Whelan, director de Match, la empresa que posee exclusividad con la FIFA para la venta de paquetes del Mundial de Brasil 2014. El empresario está acusado de vínculos con una banda que se dedicaba a revender entradas para los partidos.
“Ray Whelan, director de Match, fue detenido” en el hotel Copacabana Palace donde estaba alojado, declaró un vocero de la policía a la agencia AFP. La cadena de televisión Globo indicó que Whelan es ciudadano británico y tiene 64 años.
El sospechoso fue trasladado a una comisaría de la policía civil cercana al estadio Maracaná, donde le esperaban sus abogados.
La policía cree que el director de Match estaba por encima del francoargelino Mohamadou Lamine Fofana, una de las once personas arrestadas la semana pasada en el marco de la operación “Jules Rimet”, que desmanteló una red internacional de reventa ilegal de entradas.
Con autorización de la justicia, la policía local interceptó conversaciones telefónicas entre Fofana y Whelan, informó el diario O Estado de Sao Paulo. Según la policía, el director de Match pasaba entradas VIP de cortesía a Fofana, destinadas originalmente a ONGs, patrocinadores y familiares de jugadores. Fofana las revendía ilegalmente con ayuda de agencias de viaje y de sus altos contactos en el mundo del fútbol.
Unas mil entradas eran revendidas ilegalmente por partido, a un precio base de mil euros cada una, según el fiscal Marcos Kac de Rio de Janeiro. La justicia asegura que la banda operaba hace cuatro mundiales, desde 2002, y según el diario O Dia, la red de reventa habría generado unos 95 millones de dólares.
En principio se sospechaba que Lamine Fofana trabajaba en la FIFA y era el líder de la banda, pero luego se dio cuenta de que no pertenecía a la organización y “de que había alguien por encima de él de la FIFA, con un intermediario en Match”, según declaró la semana pasada el comisario Fabio Barucke.
Ningún funcionario de la FIFA ha sido arrestado hasta el momento en el marco de la operación policial “Jules Rimet”, bautizada así en honor del presidente francés de la FIFA que creó la Copa del Mundo. “Tenemos indicios de que al menos una persona de la FIFA pasaba entradas a Match”, insistió Barucke la semana pasada.
El fiscal Kac indicó que se investiga también el papel de varias federaciones de fútbol, sobre todo las de Argentina, España y Brasil, en la eventual reventa de ingresos de cortesía a través de esta red criminal. Ninguna de las tres federaciones no han querido comentar la información.
Uno de los accionistas de Match es la empresa Infront Sports and Media, dirigida por Philippe Blatter, sobrino de Joseph Blatter, presidente de la FIFA. Infront, basada en Suiza, es propietaria de HBS, que tiene la exclusividad de los derechos televisivos y retransmisiones de la Copa del Mundo.
Joseph Blatter ha negado estar al tanto de la operación: “Yo no sé nada de eso”, dijo el presidente de la FIFA al diario O Estado de Sao Paulo, consultado sobre la operación policial. “Y no me ocupo de ingresos. Yo me ocupo de la política”, declaró.