En las últimas semanas una nueva plaga afecta gran parte de la zona sorguera argentina: se trata del pulgón amarillo, que atacaba cultivos como la caña de azúcar, pero que nunca antes se había visto en sorgo. Se detectó su presencia en Entre Ríos, Chaco, Santiago del Estero y Córdoba.
Es grave
Conocido por su nombre científico como Melanaphis sacchari, desde la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (Rem) explicaron que el estado de situación es grave y generalizado y, de no controlarse a tiempo, las pérdidas pueden ser totales.
Entre las causas o responsables de la proliferación de este insecto, desde Aapresid advirtieron que puede deberse al transporte, pero también a la falta de monitoreo en una campaña en la cual el área de siembra del cultivo creció de la mano de precios muy elevados.
Cómo actúa el pulgón
Ernesto Iván, productor del municipio chaqueño de La Tigra, ubicado en el departamento O’Higgins, dijo al sitio “Bichos de Campo” que apostó este año al sorgo porque creía que con los precios ofrecidos podría lograr buenos negocios, pero la falta de lluvias junto con las altas temperaturas complicaron la ecuación, permitiendo que proliferara el pulgón amarillo, que muchos en la zona no conocían y los tomó por sorpresa. Tal fue el ataque que ni las malezas como el sorgo de Alepo se salvaron de la voracidad de la plaga.
El pulgón amarillo se caracteriza por ser muy agresivo, se aloja en las hojas y tiene altas tasas de reproducción, por lo que, en poco tiempo, la población crece considerablemente.
El daño que produce el pulgón amarillo es directo por succión de savia ocasionando deformación y lesiones de color marrón, pero además segrega una solución azucarada en la cual se puede desarrollar un hongo negro (“fumagina”) que impide la llegada de la luz solar. Por cada hoja dañada con fumagina se pierde alrededor de un 10 % del rendimiento.
Los técnicos de Aapresid sugieren controlar lo antes posible y contemplar unas o dos aplicaciones si fuera necesario dado que, en el caso del sorgo, la afección puede dañar en poco tiempo a la totalidad de un lote, publicó Bichos de Campo.
Qué hacer ante la plaga
La principal recomendación que dieron desde Aapresid es atender siempre el monitoreo en las etapas iniciales del cultivo e incluso sugieren “reparar en hospedantes alternativos, como el Sorgo de Alepo”.
La Coordinadora de la Rem Aapresid, Eugenia Niccia, enfatizó en que “si se confirma el pulgón amarillo como nueva plaga en el Chaco, será un desafío para instituciones como Aapresid e INTA en la generación de conocimiento local, así como para las empresas en el desarrollo y aprobación de nuevos principios activos y genotipos tolerantes, como la que ya existe en países como Brasil y Bolivia”.
En efecto, Iván informó que se empiezan a observar lotes abandonados luego de varios tratamientos efectuados para controlar este insecto de origen africano, que se alimenta tanto de sorgo, como de avena, trigo, cebada e incluso la caña de azúcar.
“Todavía no tenemos cifras, pero es seguro que tendremos una caída de rendimientos en la provincia porque las altas temperaturas y la falta de lluvias se están dando en momentos en que la mayoría de cultivos están en etapa reproductiva”, evidenció Iván.
El productor del norte recordó que en la provincia pasaron una primavera prácticamente sin lluvias; luego, a partir de diciembre llegaron algunas precipitaciones que permitieron sembrar soja, sorgo y maíz, pero la situación se agudizó a partir de la segunda quincena de febrero y al momento lo que tuvieron fueron eventos erráticos de precipitaciones.
La soja, que sigue siendo el principal cultivo en el Chaco, también resultó afectada por el déficit hídrico. “Más allá de que tanto la soja como el algodón no tuvieron problemas de plagas, sí los afectó la falta de lluvias en su etapa reproductiva y por eso ya se ven lotes abandonados”, remarcó Iván.