La organización del comicio fue bastante prolija en varios aspectos, aunque algunos detalles se escaparon. Uno de ellos fue el de la accesibilidad a los centros de votación, que se constituyó en una dificultad importante para personas con
alguna discapacidad. La presencia de escalinatas con las rampas de acceso cerradas u ocupadas, obligó a mucha gente a realizar un esfuerzo supremo para llegar a las mesas. En el caso de la Escuela Santiago del Estero, por ejemplo, la habilitación del segundo piso, donde se accede sólo por escalera, pudo haberse evitado utilizando más espacio en la planta baja. En ese mismo lugar, pese a que se ha construido una rampa de acceso nueva, los sufragantes no pudieron utilizarla porque la puerta estuvo cerrada y su acceso obstruido por una moto.