Desde este lunes, una placa recuerda a “Cacha” Morales en Rocamora casi Combatientes de Malvinas, donde funcionara “El Despertar del Obrero”, espacio desde donde ejerció su militancia por el trabajo, la reivindicación de la mujer y los Derechos Humanos.
María Emilia “Cacha” Morales fue una vecina uruguayense militante por los Derechos Humanos y por los trabajadores y las trabajadoras de Concepción del Uruguay. Este lunes, en el día de su cumpleaños 93, fue homenajeada mediante el descubrimiento de una placa en calle Rocamora casi Combatientes de Malvinas, esquina donde trabajó en la histórica panadería “El Despertar del Obrero”. Allí estuvieron su hija, “Milly” Rey, su nieta Alfonsina Ardaiz y su yerno Luis Gadea, junto al intendente Martín Oliva; el director de Derechos Humanos, Darío Baron, concejalas y concejales, entre otras autoridades y fundamentalmente vecinas y vecinos, y seres queridos de Cacha.
“Hoy estamos festejando los 93 años de mi mamá. Hoy estamos festejando porque estamos convencidos, toda la familia, de que los seres mueren cuando se olvidan, y nosotros vamos a tratar de mantener la llama encendida todos los años”, expresó su hija antes de finalizar con una frase que siempre decía Cacha: “Un puño arriba para defender a los trabajadores y a las mujeres”.
Cacha, la mujer luchadora y solidaria
Al realizar una reseña, Gonzalo Figarola recordó que en 1918 fue creada la panadería “El Despertar del Obrero”, generando un movimiento que superó lo gremial “para convertirse en un hecho social, cooperativo, político, económico y cultural, enraizado profundamente en la población uruguayense”.
Fue allí donde “la Cacha” trabajó y “en julio de 1959 asume el cargo como secretaria de las asambleas de la Cooperativa La Obrera, impulsando en 1968 la profundización de las legislaciones laborales y cooperativistas”.
Además, fue dirigente de los empleados de comercio, “luchando por los derechos laborales de ocho horas, la reivindicación sindical y la parte recreativa desde el espacio de la mujer”, detalló Figarola. Militó en el Movimiento de Renovación y Cambio de la UCR, “siendo detenida ilegalmente en 1977 por tener acercamiento y afinidad con el ex presidente Raúl Alfonsín”. Además, ayudó a personas a escapar de la dictadura cívico militar.
Este homenaje se suma al realizado en 2020 mediante la plantación de un árbol en la Plazoleta de los Derechos Humanos.