El mosquito domiciliario Aedes aegypti, capaz de transmitir y amplificar los virus dengue, chikungunya y zika durante el último periodo estival, dejó huevos latentes que pueden limpiarse de los recipientes domiciliarios antes de otro ciclo de nacimiento, afirmó el Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Ante ello, se informó que “estas semanas son clave para controlar la presencia de criaderos de mosquito” y la recomendación para clima frío es “eliminar todo posible criadero y controlar los huevos pegados en las paredes de las rejillas de desagües con agua hirviendo”.
Limpiar posibles focos
Durante fines del otoño y el invierno las temperaturas frías afectaron la actividad de los insectos adultos y la epidemia se detuvo, quedando la población de mosquitos “representada principalmente como huevos de resistencia pegados en las paredes de los recipientes”, advirtió el biólogo Nicolás Schweigmann. Los huevos suelen morir por exposición del recipiente al sol, por depredadores artrópodos que se los comen, o porque los recipientes fueron descartados o lavados por el hombre.
Sin embargo, “los huevos sobrevivientes en la temporada invernal serán los progenitores de las nuevas generaciones de mosquitos en la primavera siguiente”, describió el investigador. Así, la inacción humana redunda en que las poblaciones de mosquitos vuelvan a aumentar a niveles riesgosos. “Es por ello que debemos celebrar las iniciativas de prevención invernal, que debieran sostenerse solidariamente a escala de manzana durante todo el año”, alentó Schweigmann. La recomendación para clima frío es “eliminar todo posible criadero y controlar los huevos pegados en las paredes de las rejillas de desagües con agua hirviendo”.
“Los vecinos de cada manzana tienen que asegurar la ausencia de criaderos (y) el estado debe hacer lo mismo para que las manzanas donde se encuentran los edificios públicos, como escuelas y hospitales, se encuentren libres de Aedes aegypti”, enfatizó.