Paraná.(RN). El 7 de junio de 2012 el Concejo Deliberante de Paraná aprobó, en forma unánime y con modificaciones, el proyecto de ordenanza remitido por el Ejecutivo –entonces conducido por Blanca Osuna-, por el cual la Municipalidad de Paraná donó a favor del gobierno provincial dos fracciones de terreno en la zona de “El Brete”, donde se proyect
Paraná.(RN). El 7 de junio de 2012 el Concejo Deliberante de Paraná aprobó, en forma unánime y con modificaciones, el proyecto de ordenanza remitido por el Ejecutivo –entonces conducido por Blanca Osuna-, por el cual la Municipalidad de Paraná donó a favor del gobierno provincial dos fracciones de terreno en la zona de “El Brete”, donde se proyectó construir el Estadio Único de la ciudad. Cuatro días después, la Ordenanza fue promulgada bajo el número 9012, a través del Decreto N° 870/12, ambas normativas publicadas el 25 de junio de ese año en el Boletín Oficial.
Entre las modificaciones que introdujeron los ediles a la propuesta original del Ejecutivo municipal -y que significaron el apoyo de la oposición a la donación- estaban las de garantizar que el vivero municipal sea resguardado por el Departamento Ejecutivo Municipal, que la Escuela Granja no se cerrara, y que la ordenanza de donación de ese predio tuviese una cláusula por la cual no podía cambiarse los destinos de esas numerosas hectáreas y que la obra debía iniciarse en un plazo de 42 meses “contados a partir de la toma de posesión de los mismos por parte del Gobierno Provincial”, caso contrario esos terrenos deberían regresar al dominio del municipio.
Esos 42 meses están a punto de cumplirse sin que la obra siquiera haya iniciado, por lo que ese predio es factible de ser devuelto a la comuna. Sin embargo, la Ordenanza Nº 9012 también dispuso en su artículo 3º que ese plazo “podrá ser ampliado por acuerdo de las partes cuando fundadas razones así lo justifiquen, estando prohibido cambiar total o parcialmente el destino previsto sin la debida conformidad de la Municipalidad de Paraná”.
El Senado entrerriano convirtió en ley la aceptación de la donación del terreno el 21 de junio de 2012. Ese mismo día a la tarde fue promulgada, y el entonces gobernador Sergio Urribarri junto a Osuna realizaron la presentación en el Teatro 3 de Febrero del proyecto ejecutivo y diseño de la fallida megaobra. No obstante, la ley provincial 10.135 que aceptó la donación de inmueble fue oficializada en el Boletín Oficial recién el 27 de julio.
En noviembre de 2014 el Presupuesto 2015 ya ni siquiera previó los ingresos para la construcción del Estadio, algo que sí había sido incorporado en los años anteriores, y creció la certeza de que finalmente se abortó su edificación. El entonces diputado provincial socialista Lisandro Viale había advertido entonces que “desapareció el megaestadio de Paraná y ahora van a construir uno en Concordia por más de 100 millones de pesos”. De este último tampoco hubo más novedades.
Pocos días después de la observación de Viale, los exediles Miguel Rettore (UCR) y Marcelo Haddad (PS) presentaron un proyecto de ordenanza que disponía la devolución de esas hectáreas, ya que “habiendo transcurrido 28 meses desde la efectiva sesión de los terrenos municipales al dominio provincial, aún no se ha realizado ningún trabajo que indique la intención de iniciar la obra” y advirtieron sobre “la desaparición” en el Presupuesto 2015 de la partida presupuestaria para la construcción del estadio único, “las que son pruebas inequívocas que la decisión política del gobierno es no realizar esa obra”, afirmaron entonces. El año pasado, a 36 meses de la donación, la iniciativa llegó al recinto del Concejo, pero la amplia mayoría oficialista dispuso que el texto retornara a comisión. De acuerdo a estos tiempos, en mayo se cumplirían los 42 meses del plazo dispuesto por ordenanza.
En el proyecto de Rettore y Haddad también citaron las declaraciones radiales que Osuna había hecho días antes sobre este tema. “No hay multitudes reclamando el estadio único, y la verdad no está mal reformular cosas”, se defendió el 5 de noviembre de 2014.
Ahora, tanto en provincia como en el municipio los nombres ejecutivos cambiaron -incluso la fuerza política en el orden comunal-; restará ver cuál será la decisión que toman sobre el destino de estos terrenos. (RecintoNet)