Derrotó en una emotiva final del Top 14 de la URBA a Hindú 11-9 y rompió el maleficio de 43 años sin festejar. Alcanzó su título número 14.
CUBA se consagró campeón del torneo de la URBA después de 43 años, al derrotar hoy a Hindú Club por 11 a 9 en un encuentro jugado en cancha del CASI.
Un penal de Bautista Güemes a un minuto del cierre le dio la victoria al conjunto de Villa de Mayo, que no festejaba un título desde 1970, pero esta vez se dio el gusto gracias al coraje y al mayor riesgo que tomaron sus jugadores, que dieron vuelta un encuentro que a poco de comenzada la parte final perdían por 9-3.
Fue el decimocuarto título para Universitario, cuyos socios, de distintas generaciones, colmaron la “catedral de San Isidro” y festejaron merecidamente el final de la sequía.
Después de 10 minutos en los que CUBA manejó la pelota, situó el juego en campo del adversario y se puso en ventaja a través de un penal concretado por Bautista Güemes, Hindú se hizo dueño del primer tiempo y mereció irse al descanso con una ventaja mayor al 6-3 con el que se cerró el parcial.
Con muchísima presión, el conjunto de Don Torcuato situó el juego en campo ajeno y generó las escenas más claras para marcar, como una que tuvo Francisco Bosch, tras gran maniobra colectiva, que fue anulada por un aparente knock on sobre el ingoal del wing.
En los 25 minutos finales, el campeón de la temporada pasada fue claramente superior a sus oponente, con un juego intenso que mereció algo más de fortuna. Pero enfrente estaba un oponente que no se entregó y lo frenó a puro tackle, destacándose, entre otros, el centro Rodrigo Avalos.
De todos modos, Hindú tuvo chances para sacar más ventaja al cano de esos 40 minutos, pero Hernán Senillosa, quien dio vuelta el partido con un drop y un penal, falló otras dos infracciones desde buenas posiciones y mantuvo con vida a los de Villa de Mayo.
En el principio de la segunda parte, Hindú aumentó diferencias con un nuevo drop de Senillosa, pero a partir de entonces el que propuso siempre fue CUBA, que entendió que no había otra manera de ganar el partido que ir a buscarlo.
Y Mientras Hindú se aburguesó y olvidó las bases de su rugby, el flamante campeón fue a buscar la corona con convicción. Descontó con un try de Matías Moroni, en acción que pareció haber knock on previo, y a poco del final estuvo cerca de dar vuelta la historia con un drop de Güemes que se quedó corto.
Pero el apertura tuvo su desquite a un minuto del cierre cuando, tras un polémico penal, hizo pasar la pelota por el medio de los postes y desató la locura en San Isidro. Faltaban segundos y CUBA aguantó a puro tackle para festejar tras más de cuatro décadas.
Fuente: DyN