La Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) convocó a un concurso cerrado, con la particularidad de que sólo pueden presentarse hijos de empleados.
Insólito requisito
La insólita condición para aspirar a cualquiera de los puestos es que “el postulante deberá ser hijo/a de un agente con prestación de servicio en la planta permanente de la Administradora Tributaria de Entre Ríos con una antigüedad no menor a un (1) año en el organismo”. Según se denunció, el concurso viola la Constitución entrerriana, según la cual “todos los habitantes son admisibles en los empleos públicos provinciales… sin más requisito que la idoneidad” y “en igualdad de oportunidades y sin discriminación”.