El precio del barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) para la entrega de mayo se desplomó abruptamente debido a la desesperación por deshacerse del contrato que vence este martes. Sin embargo, los futuros para los próximos meses muestran una mayor estabilidad; a partir de septiembre superan los u$s30.
El barril de petróleo de referencia en Estados Unidos, para su entrega en mayo, se derrumbó este lunes a su peor registro histórico ante un mercado devastado por una demanda en caída libre y reservas estadounidenses casi saturadas.
El precio del crudo West Texas Intermediate (WTI) con entrega para el mes próximo -que vence este martes- cayó un 300% y cerró en negativo a u$s-37,63 por barril. Según varios analistas esto evidenció la desesperación de los inversores de deshacerse del contrato para que no les entreguen en físico en un contexto complicado para acumular stock.
Aquellos que poseían el contrato tuvieron que encontrar compradores físicos, pero las reservas ya han aumentado enormemente en Estados Unidos en las últimas semanas, por lo que se vieron obligados a rebajar los precios.
Sin embargo, los futuros del WTI con entrega en junio – vence el 19 de mayo- exhibieron un derrumbe menor y se ubican en torno a los u$s21 por barril, mientras que a partir de septiembre ya superan los u$s30. Esto demuestra que las expectativas son relativamente optimistas respecto a la recuperación del consumo y de la producción de los sectores que demandan el crudo.
Los mercados de petróleo se han desplomado en las últimas semanas porque los bloqueos y las restricciones de los viajes en todo el mundo tienen un fuerte impacto en la demanda. La crisis se agravó después de que Arabia Saudita, miembro de la OPEP, lanzara una guerra de precios con Rusia, que no es miembro de esta organización.
Los dos países pusieron punto final a la disputa a principios de este mes aceptando, junto con otros estados, reducir la producción en casi 10 millones de barriles diarios para impulsar los mercados afectados por el virus. No obstante, el desempeño del valor del crudo en los últimos días mostró que el desplome de la demanda pesa más que los recortes en los suministros acordados.
«Aunque la OPEP ha aceptado una reducción sin precedentes de la producción, el mercado está inundado de petróleo», señaló el banco ANZ en una nota.