Dispusieron la intervención de la comisaría de Rojas y también de la seccional de la Mujer de esa ciudad tras el femicidio y la represión durante la protesta. «Fueron siete meses de amenazas de muerte constantes», dijo la madre de Úrsula.
Autoridades de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense dispusieron la intervención de la comisaría de Rojas y también de la seccional de la Mujer de esa ciudad provincial, tras el asesinato de la joven Úrsula Bahillo, de 18 años.
La decisión, respaldada por el jefe de la Policía bonaerense, Daniel García, y por el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, busca establecer el grado de responsabilidad que tuvieron la cúpula de la comisaría de Rojas y la dependencia especial de la Mujer en el femicidio de la joven.
Bahillo fue asesinada el lunes pasado a puñaladas en una zona rural cercana a Rojas, en Guido Spano, por su ex novio, un agente de la Policía bonaerense con carpeta psiquiátrica llamado Matías Ezequiel Martínez, de 25 años, y que se encuentra actualmente internado en Pergamino por heridas que él mismo se provocó, al parecer, tras el ataque a la adolescente.
La determinación de desplazar a los jefes policiales de Rojas también se produjo después de los incidentes que se registraron en la noche del lunes en esa ciudad frente a la comisaría local tras conocerse la noticia del femicidio de Bahillo. Mientras avanza la investigación y se esperaban para las próximas horas los resultados de la operación de autopsia al cuerpo de la adolescente, la madre de Bahillo, Patricia, reclamó prisión «perpetua» para el asesino.
«Lo que nosotros queremos para él es perpetua», enfatizó la mujer en declaraciones a la prensa en la puerta de su casa, en esa localidad bonaerense: «Está con vida, que pague en la cárcel», agregó con relación a Martínez.
«Necesito que se haga justicia», insistió Patricia, que consultada acerca de la visita de Berni, en la víspera, elogió al ministro de Seguridad bonaerense y remarcó: «Compartió con nosotros el dolor». Patricia dijo que el crimen de su hija marcará «un antes y un después en Rojas», consideró que «tienen que cambiar los jueces corruptos» para evitar que se sigan cometiendo femicidios en la Argentina e indicó que debió someterse a tratamientos durante 10 años para poder «traer al mundo» a Úrsula.
También precisó que su hija iba a cumplir 19 años el próximo 26 de febrero y señaló que durante su relación con Martínez en forma «constante» recibía «amenazas de muerte». «Fueron siete meses de amenazas de muerte constantes», dijo, y finalmente remarcó que se siente «entera», al menos hasta que se reencuentre con su hija: el cuerpo le será devuelto a la familia una vez que finalice la autopsia. Mientras se aguardan los resultados de esa operación, un informe de la Fiscalía a cargo de la investigación señaló en las últimas horas que la joven falleció producto de heridas de arma blanca recibidas en el cuello.