A casi dos años de la sentencia que condenó a perpetua a Miguel Ángel Cristo por el crimen de su hija Nahiara, y a 16 años a quien fuera la pareja de éste, Yanina Solidad Lescano, la Fiscalía y los abogados defensores de los acusados presentaron sendos recursos de amparo para que revierta esa sentencia.
A saber, Fiscalía pidió que a Lescano se la condene a la pena máxima y sea encarcelada en el penal de mujeres de Paraná; mientras que las Defensas, tanto de Cristo como de Lescano, solicitaron las absoluciones.
El defensor de Lescano explicó por qué insiste en la absolución
“Según la acusación y la condena, un monstruo mata a su hija a golpes, pero con Yanina y sus hijos era un buen tipo; no era violento. Y Yanina, que estaba viendo como ese tipo (por Cristo) mataba a su hija, no tenía por qué tenerle miedo”, ironizó el letrado. Para Cozzi, “fue totalmente absurdo” contextualizar los hechos de tal manera.
En ese sentido, el abogado dio cuenta de las pruebas que respaldan el pedido de absolución para Lescano. “Según los dichos de la hija de Yanina, Cristo era quien le propiciaba los malos tratos y Jazmín también decía que su madre peleaba y no se podía ir porque Cristo no la dejaba. Además, de acuerdo a los dichos de una vecina que escuchaba los gritos, Yanina le decía (a Cristo) que se fuera de la casa y se llevara a la nena con él.
Para Cozzi, esos “son elementos de prueba que dan cuenta de estos extremos violentos” y bregó para que el Tribunal de Casación aplique “un enfoque de género” al tratar la revisión de la condena.
“El `yo hubiera hecho algo más´ en una relación sana hubiera sido viable, pero en este caso, Yanina no era libre de irse; de hecho, nunca hubiera estado en esa casa”, argumentó el defensor de Lescado. Y apuntó que a la acusación hecha por la Fiscalía “le faltó enfoque de género” para el análisis del caso y la posterior condena. “Jugaron todos los estereotipos sobre el rol de buena mujer y madre por el que la madre todo lo puede y tiene que dar su vida contra el varón violento para hacer lo posible para salvarla (a Nahiara), sin proteger o poniendo en riesgo su vida y la de sus hijos”, explicó.
“Según el sentido común, cualquiera dice `yo la hubiera salvado´”, sostuvo Cozzi. Fue en esa línea que instó a “contextualizar” las circunstancias que rodearon la muerte de Nahiara. “Si pensamos que no había violencia en la casa del terror, donde se cometió este acto atroz contra esta niña de dos años, partimos de un contexto errado y absurdo que roza la estupidez y la locura”, sentenció.
“Es una locura afirmar que Cristo era un tipazo con Yanina”, insistió Cozzi al reprochar la acusación de la Fiscalía. Finalmente, el defensor de Lescano se mostró a la espera de “una sentencia favorable porque hay antecedentes previos en los que la Cámara de Casación aplicó el enfoque correcto”.
Sobre el caso Nahiara
El Tribunal que condenó a Cristo y a Lescano entendió que los malos tratos a Nahiara, que tuvieron la idoneidad suficiente para causarle la muerte, comenzaron dentro de la primera quincena del mes de enero de 2019, lo que equivale a decir que fueron 21 días anterior a la fecha de su muerte.
Sobre la causa de muerte, Labriola comunicó que de la autopsia preliminar se determinó una falla multiorgánica y un avanzado estado de desnutrición. «Salvo en su cuello, tenía todo el cuerpo lesionado de las más variadas formas», aseguró el magistrado al dar cuenta de las graves lesiones que registraba el cuerpo de la pequeña, entre las que mencionó, «lesiones redondeadas con líquidos calientes e incandescentes, perforación del tabique nasal e infección bacteriana en uno de sus oídos; heridas en la mano derecha y columna vertebral; quemaduras en los pies, lesiones ulcerosas en manos y orejas, alopecia (falta de pelo) en la parte posterior de cabeza y falta de tabique nasal, además de escaras en la región dorsal»
Mientras que entre las lesiones que databan de 24 horas anteriores a su deceso, se enumeraron «heridas alargadas en el interior del muslo, en la zona ginecológica externa, alargadas de forma doble en el ombligo y otra por encima del ombligo». Nahiara «fue agredida muchas veces durante un tiempo prolongado», recalcó Labriola.