Durante el mes de marzo de 2012 se habilitó la portabilidad numérica, es decir, la posibilidad de cambiar de compañía de telefonía móvil sin perder el número. Al principio las compañías diseñaban estrategias basadas en la ética comercial, pero en la actualidad todo ha cambiado.
La modalidad implica la finalización del contrato de prestación de servicios con la compañía actual y se contrata un nuevo servicio de telefonía celular con una nueva compañía. Argentina tiene una base de usuarios de telefonía móvil de alrededor de 60 millones. A la portabilidad numérica pueden acceder todos los clientes de servicios móviles. “Las estimaciones de migración en un año están pronosticadas en el 10%, es decir, 6 millones de usuarios de telefonía móvil cambian de empresa celular sin modificar su número”. Se puede portar únicamente dentro de una misma área geográfica.
Durante el primer año las condiciones en que se desarrollaron las campañas de migración entre compañías, transitó por carriles más o menos normales. Pero en el último año y, especialmente, desde septiembre a la fecha, se ha salido totalmente de cauce. No todas las compañías tienen el mismo comportamiento, pero el caso de Personal, por ejemplo, se coloca al tope de las quejas.
No sólo hace gala de una insistencia que, a veces, raya con la molestia telefónica, sino que interroga compulsivamente a los usuarios sobre precios de abonos y condiciones que conforman el resto de una relación contractual en la cual no es parte. En el caso de la provincia de Entre Ríos y específicamente en nuestra ciudad, los horarios elegidos para este despliegue comercial compulsivo abarcan horas de descanso o trabajo y la insistencia de los operadores obliga terminar la conversación no siempre en buenos términos.
Según la normativa, el trámite es presencial y se realiza en las oficinas de la compañía que se quiere contratar o agentes oficiales. Pero la evolución de los call center dejó de lado en los hechos esa práctica y hoy todo se cierra en un par de minutos de conversación telefónica. Nunca se firma el Formulario de Solicitud de Portabilidad, también exigido por ley, aunque la nueva compañía elegida envía esa solicitud al Administrador de la Base de Datos, quien se encarga de su verificación y control.