En distintas zonas de Gualeguaychú se han registrado una nueva modalidad de robo: los delincuentes rompen el vidrio del parabrisas trasero de los automóviles para llevar luego todo lo que encuentran a mano en su interior.
Esta forma de delinquir tiene un nombre popular: se los conoce como los «rompevidrios» y desde hace varias semanas vienen generando distintas alarmas en diferentes zonas de esa ciudad del sur entrerriano.
Estos delincuentes generalmente se trasladan en motos (suelen ser dos personas) o en bicicletas, aunque también se han denunciado casos donde transitaban a pie. La dinámica es simple: pasan por un lugar determinado donde está estacionado en la vía pública un vehículo, observan que no haya nadie que los puedan ver. Rompen el vidrio amortiguando los ruidos. Ingresan por la luneta trasera y se llevan todo lo que está a su alcance. Luego se van como llegaron.
No importan si los vidrios son traslúcidos o laminados, porque son robos al azar y no necesariamente porque han observado algún bolso u objeto de valor.
La mayoría de las víctimas asegura que esta clase de robos que atañe un daño importante a la propiedad automotor- no tiene una zona de preferencia en la ciudad, sino que se está ante una modalidad ya casi generalizada.
En caso de no encontrar nada de valor, los delincuentes suelen desmantelar los paneles de las puertas con tal de llevarse algo para reducirlo en el mercado marginal de los autopartistas. Todo les sirve.
No obstante, se aconseja primero evitar dejar el automóvil en la vía pública. Y eso es imposible por falta de lugar en algún predio particular o privado; entonces tomar los recaudos para no dejar nada que pueda llamar la atención, publica El Argentino.