En el marco del partido de ida de la final de la Copa Libertadores, Boca Juniors y River Plate igualaron 2-2.
Abrió la cuenta Ramón Ábila a los 33 del primer tiempo, aunque al minuto empató Lucas Pratto para el Millonario. Antes del final del primer tiempo, Darío Benedetto puso el 2-1 parcial; mientras que en la segunda mitad apareció un cabezazo en contra de Carlos Izquierdoz que dejó la final igualada a los 16 del complemento. El partido se jugó en la Bombonera luego de la suspensión que había sufrido el sábado por la tarde. El cotejo de vuelta, que no contará distinto el gol de visitante, se desarrollará en el Monumental el sábado 24 de noviembre, desde las 17. No podrá ser parte de ese encuentro Rafael Santos Borré, que recibió su tercera amonestación. Partidazo. Boca y River cumplieron con las expectativas y entregaron un primer tiempo cargado de emociones y -por momentos- de buen fútbol, sobre todo cuando la pelota estuvo en poder del Millonario. Es que durante la primera media hora mostró más entereza dentro de la final y movió la pelota en un mediocampo superpoblado a partir de la determinación de Marcelo Gallardo de jugar con un 3-3-2-2 variable a un 5-3-2 en defensa. Es así que primero la tuvo de tiro libre con un remate de Gonzalo Martìnez excelentemente desviado por Agustìn Rossi al córner. De ese tiro de esquina llegó un cabezazo de Lucas Martínez Quarta que se fue apenas desviado. La siguiente llegó de un centro desde la izquierda al punto de penal en el que cabeceó Rafael Santos Borré y apareció una nueva gran salvada de Rossi. La buena actuación del arquero levantó a Boca, que empezó a tomar confianza y presionó mejor la posesión del Millo. En un pelotazo tuvo la más clara hasta ese momento, cuando Cristian Pavón dominó en el costado izquierdo y remató desde afuera una pelota que poco a poco hizo efecto hacia el arco, aunque no llevó mayor riesgo para Franco Armani. Tras esa jugada, el delantero del Xeneize pidió el cambio. Y quien entró fue Darío Benedetto, que sería clave. Antes, Boca tuvo la oportunidad de abrir el marcador. Primero recibió dentro del área Ábila y remató de derecha, provocando una dudosa reacción de Armani. En el rebote volvió a atacar el ex Huracán y esta vez de zurda venció la resistencia del arquero para poner el 1-0. Ventaja a los 33, que duraría un minuto. Es que tras el saque del medio y con el Xeneize demasiado estático llegó un pase entre líneas de crack en el que Gonzalo Martínez encontró a Pratto. Este encaró abriéndose hacia la derecha y definió cruzado ante el tibió cruce de Izquierdoz y la desesperada salida de Rossi. Igualdad 1-1. De allí en más fue levemente superior Boca, que más con empuje que con juego se llevó a su rival contra el arco y tuvo su premio. En un pelotazo a mitad de cancha llegó la pelota hacia Benedetto, en el que el delantero recibió una falta. De ese tiro libre y la perfecta ejecución del colombiano Sebastián Villa, llegó un cabezazo cruzado de Benedetto que cambió la trayectoria de la pelota y volvió estéril la volada de Armani. El 2-1 sobre el cierre de la primera etapa hizo festejar a todo el público local. Así se fueron al descanso. En el complemento, Boca salió como terminó en la primera etapa y manejó el juego en los primeros minutos, haciendo merodear la pelota en el arco defendido por Armani. River no tenía el control de los primeros instantes y comenzaba a sufrir el desgaste y el cambio de formación de Boca (de 4-3-3 a un 4-4-2 mucho más sólido). Justo en el momento en el que parecía que el local controlaría el juego, una falta de Pablo Pérez a unos metros del área trajo los peores recuerdos. Un centro perfecto de Martínez enroscado, beneficiando la llegada de los delanteros y perjudicando a un arquero que decidió no arriesgar, llegó el desvío de Izquierdoz que se transformó en el 2-2 parcial a los 16. Baldazo de agua fría para el dueño de casa. Con suficiencia, River comenzó a controlar el juego y la pelota sin mayores inconvenientes. Boca, mientras tanto, intentaba romper desde la presión de sus mediocampistas, con Nahitan Nández como principal figura en esos instantes. En ese contexto pudo llevar algo más cerca de Armani el juego, pero siempre sin la claridad necesaria para romper la paridad. Con Carlos Tévez ya en cancha (además ingresó Julio Buffarini), la última más clara del juego fue del local, cuando una buena combinación del Apache con Wanchope le permitió al primero ingresar por el centro y pasar a la derecha, en donde Benedetto llegó con lo justo y no pudo vencer la resistencia de un Armani muy bien parado. Los ingresos de Juan Fernando Quintero, Bruno Zuculini e Ignacio Fernández no le dieron el juego que hubiese querido el técnico al equipo visitante, por lo que poco a poco decidió replegarse para finalmente acabar empatando el partido. Fue 2-2 en la Bombonera y aún no hay nada dicho, pero queda la sensación de que River llega mejor al encuentro de vuelta, dentro de 13 días, en el estadio Monumental.
«Levanten la cabeza»: el reto de Tevez a los jugadores de Boca
El delantero entró a jugar los últimos 20 minutos del partido contra River por la Copa Libertadores y cuando finalizó demostró su liderazgo al arengar a sus compañeros que salían cabizbajos salían del campo de juego.
Guillermo Barros Schelotto: «Tendríamos que haber ganado»
El técnico de Boca no quedó conforme con la igualdad en la Bombonera. Barros Schelotto fue seco y concreto en su primera declaración pública tras el 2-2 entre Boca Juniors y River Plate en La Bombonera por la primera final de la Copa Libertadores. “Tendríamos que haber ganado”, fue lo único que dijo ante el micrófono de Fox Sports apenas finalizado el juego. El xeneize lo ganaba dos veces, y no pudo sostener el resultado. Ahora deberá ir al Monumental a buscar la victoria que le dé el título.
Gallardo cantó como un hincha más en El Monumental
Marcelo Gallardo, que por la sanción de Conmebol debió quedarse a ver en El Monumental la primera final de Copa Libertadores entre Boca y River en La Bombonera, cantó a lo loco con los hinchas una vez finalizado el encuentro. El Muñeco le rindió homenaje al Pity Martínez, autor de las dos asistencias para el empate de River en La Bombonera, y celebró con locura junto a los hinchas del Millonario en El Monumental. Más bien fue el desahogo después de haber estado muy lejos de los suyos en un partido tan importante, por culpa de una desmedida sanción de Conmebol. También tiene que ver con la descarga por haber visto a su River dos veces en desventaja y encontrando las herramientas anímicas y futbolísticas para igualar el encuentro.