El Tribunal de la Sala Segunda de la Cámara del Crimen de Paraná, integrado por los vocales Alejandro Grippo, Ricardo Bonazzola y Marcela Badano, condenó a prisión perpetua a Aníbal Máximo Martínez, por haber asesinado a su esposa Carina Pérez.
«La sentencia recogió la hipótesis incriminadora casi en su totalidad e hizo lugar casi en su totalidad a la petición de condena que habíamos propuesto, que es la pena máxima que permite nuestra legislación positiva», indicó el fiscal Rafael Cotorruelo, quien recordó que habían planteado el «enseñamiento» como agravante. «Desde ese punto de vista y más allá de que no se hicieron lugar a los agravantes peticionadas, esta condena conforma a la parte acusadora y no va a haber recurso contra la misma», acotó.
Desde la sanción de la Ley Provincial Nº9198 de Violencia Familiar y de adhesión de Entre Ríos a la Ley Nacional Nº26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales, mediante la Ley Nº10.058, «es la primera condena, y contribuye a hacer visible este fenómeno, la importancia que tiene y que le da el Estado para castigar este tipo de problemáticas y desde ese punto de vista es muy importante», resaltó el fiscal. El condenado fue retirado por una puerta alternativa, ante incidentes registrados con los familiares de la víctima. «Estamos frente a un hecho que causó mucha conmoción y, más allá de este episodio puntual que surgió, me uno a las manifestaciones del Tribunal, que elogió el comportamiento de las víctimas», concluyó. Tras haber escuchado la sentencia, Silvia Lucero, hermana de Carina Pérez, manifestó ante Elonce TV: «Siento dolor. Estábamos pidiendo esto pero no compensa el dolor tremendo. Lo único que me ha sostenido es la fe».
Además, reflexionó: «Anteriormente decía que no creía en la justicia, pero agradezco a los jueces, que no dejaron pasar esto. Y Dios quiera que no pase nunca más con nadie. Pero la Subsecretaría de la Mujer y la Comisaría Quinta también tienen que pagar, porque a las mujeres no les hacen caso». Por su parte David, sobrino de Carina Pérez, se mostró visiblemente consternado: «No damos abasto. Falta la madre, que está totalmente destruida. Por un lado se hizo justicia, pero tendría que pagar muchos años pro todo el daño que hizo». El 28 de agosto del año pasado, Martínez llegó a su casa en el barrio Mosconi Viejo de Paraná luego de haber estado trabajando y bebiendo. En ese momento atacó a su esposa, como ya en oportunidades anteriores lo había hecho. Cuando escucharon los gritos del ataque, los vecinos avisaron a los familiares más cercanos, pero cuando llegaron ya era tarde. Prácticamente le había seccionado el cuello con una cuchilla de cocinero, luego de propinarle golpes tremendos en distintas partes del cuerpo. Al verse descubierto, se pasó la hoja de la cuchilla por su garganta pero sobrevivió.