Tras los múltiples allanamientos realizados el pasado lunes en Concordia, el fiscal Francisco Azcué, que lleva adelante la investigación explicó cómo operaba el mercado ilegal de armas.
En la madrugada de este lunes se concretaron diez allanamientos en la zona oeste de Concordia. Los procedimientos estaban relacionados a una investigación por la comercialización ilegal de armas de fuego.
Sobre la causa, el fiscal Francisco Azcué, comentó que “este procedimiento inició cuando tomamos conocimiento de que personas que viven en la zona oeste de Concordia se encontraban vendiendo armas de fuego en el mercado negro, es decir, tenían, portaban y vendían armas de fuego y cartuchería”. A raíz de esta investigación, en primera instancia, se pidieron tres allanamientos en el mes de mayo donde “se encontró un arma calibre 9 mm con cartuchería, la cual había sido robada a un funcionario policial de Gualeguay y había llegado a Concordia”, precisó.
Con este hallazgo se secuestraron también teléfonos celulares que tras los peritajes correspondientes, se pudo establecer que “estas personas comercializaban de forma permanente armas e incluso de alto calibre y en muy buen estado de conservación, de primer nivel”, detalló Azcué.
En ese marco, se comenzaron a establecer las conexiones que permitieron detectar a quienes participaban de esta comercialización y fue en ese contexto que se piden diez allanamientos más, que fueron los realizados en la madrugada de este lunes, en Concordia.
“Todos fueron procedimientos que resultaron positivos, secuestrando elementos de importancia para la causa. Ahora se abren nuevos caminos dentro de esta investigación que nos permite avanzar en el desbaratamiento de este mercado”, confirmó el fiscal.
Al respecto, Azcué puntualizó, que tras las investigaciones y análisis del material secuestrado “pudimos detectar que el precio en el que se venden estas armas duplica el valor del mercado legal, o más. Una pistola que en el mercado legal se consigue por 40 mil pesos, estas personas la comercializan a 80 mil pesos, aproximadamente. Ellos se valen, justamente, de esa clandestinidad y delito para imponer esos precios”.