Días atrás, un comerciante dueño de un desarmadero ubicado sobre ruta 12, cerca de San Benito, departamento Paraná, denunció ante las autoridades policiales un millonario robo.
Las llamativas característas del ilícito arrojaron la primera hipótesis de que podría haber sido un delito interno: $2.200.000 fueron sustraídos de una caja fuerte, no se registraron daños en el lugar, por lo que habían ingresado con llave, y sólo tres personas conocían la existencia del dinero.
Tras la denuncia, personal policial se abocó inmediatamente a realizar tareas investigativas, donde trabajando en conjunto con personal de la Dirección Criminalística se logró establecer la identidad del posible autor del ilícito, de quien ya se tenían sospechas, las cuales surgieron del análisis de los registros fílmicos de las cámaras de seguridad ubicadas en el perímetro de la oficina.
El sospechoso de 36 años de edad, empleado del lugar, con poco tiempo de antigüedad fue el apuntado.
Una vez elaborado el informe correspondiente, se procedió a solicitar un allanamiento para la vivienda de esta persona, ubicada en calle Seguí de la ciudad de San Benito, donde no fue localizado, ya que desde el día del ilícito tanto los dueños del desarmadero como así también los familiares no habían tenido noticias de él.
En continuidad con la investigación, se recolectaron más elementos probatorios, como información que daba cuenta donde podría estar parando esta persona, tal es así que este jueves, el hombre fue localizado, y con conocimiento de la Unidad Fiscal en turno se procedió a la correcta identificación, quedando así supeditado a la causa. De igualmente manera, se continúan con las distintas tareas, a fin de establecer la posible participación de otra u otras personas.