Luego de pasar mucho tiempo en el encierro, con una condena tras otra desde 2003, Gonzalo Caudana cumplía solo un año de libertad cuando volvió a caer preso por narcotráfico. En octubre de 2015 había culminado una sentencia por venta de drogas, y ni bien salió no perdió el tiempo, ni las mañas, ni la obstinación. Rearmó su negocio, estableció contactos y se erigió con el gran proveedor de cocaína en la provincia. Hasta que en octubre de 2016 lo volvieron a pescar con un cargamento de 10,5 kilos de cocaína. Pero no fue solo él, sino que la investigación de la Delegación Paraná de la Policía Federal logró detener a otras 21 personas de bandas que vendían la cocaína que le compraban al Gordo.
Los 22 procesados comenzarán a ser juzgados hoy en el Tribunal Oral Federal de Paraná. Será un juicio de largo aliento, con extensas jornadas en las que pasarán a declarar alrededor de 40 testigos. Entre estos, policías que llevaron adelante la investigación a lo largo de siete meses y testigos civiles de las decenas de allanamientos.
El diagrama de la estructura narco que se pudo establecer en la investigación, tiene a Caudana como el gran proveedor. El hombre de Paraná tenía un contacto a quien le compraba la droga que traía a la provincia, pero se peleó con el intermediario y decidió saltearse ese eslabón en la cadena de comercio: iba él mismo a Buenos Aires a comprar la cocaína. Esto le aumentaba los riesgos, pero simétricamente las ganancias. Se calcula que obtenía entre 30% o el 40% de lucro.
Caudana vendía la droga, principalmente, a dos organizaciones: una de Paraná y otra de Concordia. Cada una, a su vez, las comerciaban a distintos kioscos que se dedicaban al narcomenudeo.
Leyenda foto: Caudana cumplió condena y volvió a ser