Comercio y la Asociación Bancaria iniciaron gestiones para actualizar los ingresos de sus trabajadores. Serán referentes en una ronda de discusiones de este año que estará signada por la distinción por actividades.
un contexto de pérdida generalizada del poder adquisitivo de los salarios y caída de la actividad económica como consecuencia de la pandemia, Comercio y la Asociación Bancaria iniciaron gestiones para actualizar los ingresos de sus trabajadores. Serán referentes en una ronda de discusiones de este año que estará signada por la distinción por actividades entre evitar una pérdida mayor o bien capturar una porción mayor de la renta sectorial.
La reanudación de las negociaciones tiene como antecedente inmediato el acuerdo alcanzado en la industria aceitera y agroexportadora que, tras 21 días consecutivos de huelga sostenidos por dos sindicatos, cerró el 29 de diciembre con una recomposición total de 35% por el año pasado, para elevar a 93 mil pesos el básico de la actividad, un piso de 25% para 2021 con revisión en agosto y dos bonos extra por un total de 160 mil pesos. Ayer mismo se les sumó la Unión de Recibidores de Granos (Urgara), que sostuvo junto con dos sindicatos de aceiteros la medida de fuerza, con un acuerdo en similares condiciones.
La ronda de paritarias tendrá a su vez otros animadores en lo inmediato como los cuatro gremios ferroviarios (maquinistas, personal de andenes, señaleros y jerárquicos) que prometieron lanzar el miércoles que viene medidas de fuerza de no haber avances ese mismo día. Una audiencia en el Ministerio de Trabajo culminó ayer mismo sin avances e incluso con una denuncia de los sindicatos por la ausencia de las empresas privadas que explotan servicios concesionados, publicó El Once.
Buena parte de la expectativa en los próximos días girará en torno del gremio de Comercio, el de mayor número de trabajadores alcanzados por contar con más de un millón regidos por convenio colectivo. En rigor esa paritaria cerró en octubre pasado con un ajuste total de 30 mil pesos no remunerativos dividido en seis cuotas iguales de $5 mil cada una entre ese mes y marzo próximo. Aquel entendimiento no contempló suba alguna en el semestre entre abril, cuando debía regir una nueva escala salarial, y septiembre, en una suerte de «agujero negro salarial» relacionado con los efectos de la pandemia sobre varios rubros mercantiles, en particular los negocios con locales a la calle.
Como parte de la revisión de la paritaria 2020 los dirigentes sindicales encabezados por Armando Cavalieri se propusieron agregarle a esa suma fija, entre enero y marzo, un 25 por ciento de aumento para totalizar un ajuste que, de acuerdo a cada escala, oscilaría el 37% por el año pasado. El plan prevé que ese porcentual, que idealmente para el gremio debería incluir la conversión a valores remunerativos de los $5.000 y su integración a los básicos, sea el piso de la nueva paritaria que comenzará formalmente en abril de este año.