El Club Zaninetti, que hoy se conoce como una institución deportiva y social de gran prestigio, tiene una rica historia que se remonta a sus orígenes como el Club Litoral. Inicialmente, este club se dedicaba exclusivamente al fútbol, pero con el tiempo, se expandió para incluir una variedad de deportes y actividades, evolucionando así en una asociación más amplia y diversa. En esta edición de MIRADAS, dialogamos con Javier Pinget, el gerente del Círculo Católico de Obreros, organismo que regula al Club.
La historia del Club Zaninetti
En sus primeros años, el Club Zaninetti se llamaba Club Litoral, y estaba compuesto por un modesto equipo de fútbol que paulatinamente fue incorporando otras disciplinas deportivas. Esta expansión permitió la inclusión de deportes como básquet, bochas y pelota paleta.
De esta manera, el club abrió sus puertas en la calle Belgrano 814, en un establecimiento que permitía la práctica de estas actividades, convirtiéndose en un punto de encuentro para los aficionados al deporte en la comunidad.
Renombramiento
“En 1952, el club fue renombrado como Presbítero Andrés Zaninetti, en honor al sacerdote que fue el principal impulsor de la institución”, relata Javier Pinget.
El padre Zaninetti desempeñó un papel fundamental en la promoción y desarrollo del club, dedicando gran parte de su misión en la ciudad a apoyar el Círculo Católico de Obreros y, por ende, al club.
En reconocimiento a su legado, desde 2019, un busto suyo adorna la esquina de la Plaza San Martín, mirando hacia las dependencias del Círculo Católico de Obreros.
Cabe señalar, que el Club Zaninetti forma parte integral del Círculo Católico de Obreros, y esta afiliación les permite a todos los socios del club acceder a los servicios y renovadas instalaciones del círculo, lo que representa un valor añadido significativo para los miembros del club.
Por otra parte, las autoridades de los mismos son: Nicolas Angelini es el presidente del Círculo Católico de Obreros; Jorge Labatte es el presidente del Club Presbítero Andrés Zaninetti; y Javier Pinget es el gerente del Círculo católico de Obreros.
Las actividades del Club Zaninetti
El club ofrece una amplia variedad de deportes y actividades, adaptándose a las necesidades de todos sus socios. Las principales disciplinas incluyen:
Básquet: disponibilidad para todas las edades, incluyendo una categoría especial para adultos.
Vóley: con equipos formados en diversas categorías.
Patín Artístico: combinando deporte y expresión artística.
Gimnasia Deportiva: fomentando el desarrollo físico y técnico.
Taekwondo: una adición reciente que atrae a muchos interesados en las artes marciales.
Deporte Adaptado: promoviendo la inclusión de personas con diferentes capacidades.
Pilates: mejora de la flexibilidad y el bienestar general.
Gimnasio: equipado con tecnología moderna para el entrenamiento físico.
Una mirada social
Por otra parte, Javier Pinget, enfatiza que “el objetivo principal del club no es solo ganar o perder en las competencias, sino el desarrollo integral de los jóvenes”.
«Nos interesa cómo se desarrollan como personas, que se integren a los grupos y adquieran herramientas y valores para la vida», afirmó.
De esta manera, y para apoyar este enfoque, el club proporciona acceso a psicólogos, nutricionistas deportivos y otros profesionales que acompañan a los chicos en su crecimiento y desarrollo tanto deportivo como personal.
Club Zaninetti y Círculo Católico de Obreros: compromiso social y comunitario
El Círculo Católico de Obreros, al cual pertenece el club, se dedica a apoyar a los socios en todas las áreas de sus vidas, desde la salud, a través de su farmacia y servicios de emergencia, hasta la recreación con espacios al aire libre para actividades.
Además, realiza actividades con niños de barrios precarios, promoviendo el acceso al deporte, y lleva a cabo colectas para ayudar a los más necesitados.
Actualmente, el círculo apoya directamente a treinta familias con medicamentos y alimentos y colabora con cuatro comedores comunitarios.
Asimismo, cabe señalar, que la farmacia del Círculo Católico de Obreros, ubicada en calle Estrada 820, dispone de un canasto de ropa donde se reciben donaciones que luego se entregan a Cáritas.
Instalaciones modernas y colaboración interinstitucional
El club cuenta con más de 500 socios y ha renovado sus instalaciones para ofrecer una gama completa de servicios.
Mantiene una excelente relación con otros clubes de la ciudad, compartiendo a veces sus instalaciones para fomentar el deporte y la convivencia.
Actividades de inclusión y recreación
Por otra parte, en octubre, el Club Zaninetti organizará un torneo de básquet para personas con síndrome de Down, demostrando su compromiso con la inclusión.
Asimismo, durante el verano, ofrece una colonia de vacaciones en su centro recreativo y en invierno, actividades específicas para adultos mayores.
Finalmente, el Club Zaninetti, dependiente del Círculo Católico de Obreros, se ha consolidado como una institución fundamental en la comunidad, no solo por su amplia oferta deportiva, sino también por su profundo compromiso social.
Desde sus humildes comienzos como Club Litoral, el club ha evolucionado y expandido sus horizontes, integrando una diversidad de disciplinas deportivas y fomentando el desarrollo integral de sus socios.
El club no solo se centra en el rendimiento deportivo, sino en el desarrollo personal y social de los jóvenes, proporcionando acceso a psicólogos, nutricionistas y otros profesionales que guían y apoyan a los socios en su crecimiento. Además, su compromiso con la inclusión se refleja en eventos como el torneo de básquet para personas con síndrome de Down y las diversas actividades para adultos mayores y niños de barrios precarios.
Las renovadas instalaciones y la colaboración con otros clubes de la ciudad destacan la capacidad del Club Zaninetti para adaptarse y crecer, ofreciendo un espacio moderno y acogedor para todos sus socios. Las iniciativas sociales, como las colectas para Cáritas y el apoyo a familias necesitadas, subrayan su vocación de servicio y solidaridad.
En resumen, el Club Zaninetti es un ejemplo de cómo una institución deportiva puede convertirse en un verdadero pilar de la comunidad, combinando la pasión por el deporte con un profundo compromiso social.
Esta dualidad de deporte y solidaridad no solo enriquece a sus socios, sino que fortalece el tejido social de la ciudad, haciendo del Club Zaninetti un modelo a seguir.