El jueves a la tarde fue el último día de trabajo de “La Nueva Maternidad Concepción”. No pudieron revertir los números en rojo y la cerraron. Son 25 las personas que cumplieron funciones hasta el último momento. Ahora están negociando las indemnizaciones. La única posibilidad de mantenerla abierta era que apareciera un inversor, lo que no sucedió.
Una –ahora- ex empleada explicó a El Miércoles que en los últimos días sólo mantuvieron reuniones con el sindicato de la Sanidad y con uno de los dueños, Ricardo Giles, “quien estaba muy conmovido con el tema de las respuestas de los telegramas, y se puso a llorar porque decía que desde que las mandó no dormía, pero que no podían seguir porque no cierran los números”.
En un encuentro anterior la patronal les había informado que las últimas facturas de luz y de gas costaron 70 y 45 mil pesos, respectivamente, y, sumado a otros gastos como el alquiler, oxígeno, insumos, etc, se les hacía muy difícil seguir.Aproximadamente a las 17 de este jueves se retiró la última paciente del edificio ubicado en calle Urquiza. Luego todos los empleados se juntaron para realizar el brindis de despedida de año y también por ser el último día que estarían juntos. Si bien por ahora cada ex empleado tomará su camino mantienen la esperanza de que si aparece un inversor y la reabre “nos llamen a todos de nuevo. Creo que todos nos vamos en buenos términos con la patronal, tal vez nos queda esa sensación de que la podríamos pelear un poco más, nos agarró el fin de año muy cansados, y eso hizo que no hubiera chances de al menos intentar seguir” señaló.Por último anticipó preocupada “espero que se pueda reabrir porque sinceramente será un caos, sin guardia pediátrica y con una sola maternidad privada la ciudad no va a andar”.