Chivilcoy a la vanguardia: no más concursos de belleza

p6 21-12-14El Municipio de esa ciudad reemplaza los concursos de belleza por premiaciones a jóvenes de entre 15 y 30 años que se hayan destacado en actividades solidarias para la comunidad. Los paradigmas que marcan una cultura.

 La localidad bonaerense de Chivilcoy fue noticia en los últimos días por un hecho más que destacable y que ocurre por primera vez en el país: el Concejo Deliberante aprobó por mayoría el proyecto de Ordenanza que ordena el cese de los concursos de belleza que se realizan en ocasión de las fiestas populares organizadas por el Estado Municipal. En ese partido de la provincia de Buenos Aires, los concursos de belleza eran realizados desde 1954 y los mismos eran promovidos, avalados o auspiciados por el mismo Municipio. A su vez, la normativa también establece que en reemplazo de esos concursos cada vez que se cumple un nuevo aniversario de la ciudad, se realizará un reconocimiento a personas de entre 15 y 30 años que en forma individual o colectiva se hayan destacado en actividades solidarias tendientes a mejorar la calidad de vida de barrios de la ciudad o localidades de campaña de Chivilcoy. ¿Por qué esto es un hecho destacable? ¿Por qué se lo considera histórico? Porque esto se convierte en un adelanto en materia de igualdad de género.

 

En primer lugar, hay que recordar que la ley nacional 26.485 de Protección integral de las mujeres define entre los distintos tipos de violencia a la simbólica. Esta se define como: «La que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad». Dicha definición coincide en lo que estos certámenes significan, los cuales se repiten a lo largo del todo país, incluida Concepción del Uruguay. Un concurso en donde lo importante es ser la más linda, de acuerdo a los estándares de belleza establecidos que indican lo que las mujeres deben ser: muy jóvenes, altas, esbeltas, lucir femeninas y que no hablen de política, cuestiones sociales ni nada que signifique dar una opinión sobre algo. De acuerdo a los mismos considerandos del proyecto aprobado en Chivilcoy, que fue inicialmente impulsado por la Secretaría de Género y la Asamblea por los Derechos de la Niñez y Adolescencia de la CTA, se expresó que la belleza «no es un hecho objetivable» y que «calificarla y organizar un escenario de competencia es una situación discriminatoria y violenta». Asimismo, se argumentó: «La belleza física, tal como hoy se la concibe, es una mercadería más de consumo fundamentalmente femenino.

 

Que en esta sociedad patriarcal, las mujeres siguen funcionando como objetos para los varones y, su belleza, interpelada por la mirada masculina. Lo superficial, lo puramente cosmético, lo banal, ocupa un lugar cada vez más creciente en la civilización hedonista que imponen las sociedades capitalistas en las que la forma superó al contenido». En Concepción del Uruguay se realiza todos los años la elección de la Reina de la ciudad y ahora se acercan las elecciones de las reinas de la Fiesta de la Playa y del Carnaval, en todos los casos promovidas o impulsadas por el mismo Estado municipal, difundido por los medios de comunicación y festejado por la mayoría de los vecinos. Entonces cabe preguntarse ¿Es necesario que la ciudad continúe con este tipo de concursos que solo propagan la discriminación y la cosificación de la mujer? ¿Por qué el Estado lo sigue impulsado y promocionando? ¿No hay, acaso, suficientes jóvenes que durante todo el año militan y trabajan para tener una ciudad mejor?