La Fiscalía solicitó remitir la causa por Homicidio simple. Mientras que la querella por Homicidio agravado por violencia de género, odio, alevosía y ensañamiento. Se espera la audiencia de remisión de la causa a juicio.
Lucía Torres Mansilla, conocida como La Loba, era una mujer trans que fue asesinada por 20 puñaladas en su casa. Las circunstancias que rodearon el crimen no terminaron por poner de acuerdo a la Fiscalía y a la querella en el tipo de delito: para la acusación pública se trató de un homicidio simple, y para la querella fue un transfemicidio. Ambas partes pidieron enviar el expediente del caso para el debate oral, y si bien están de acuerdo en que el menor detenido fue el autor del hecho delictivo, quedó plasmada la disidencia en la calificación legal del mismo. Resta conocer el dictamen de la defensa oficial del adolescente, para que luego se convoque a la audiencia de remisión de la causa a juicio.
El homicidio ocurrió a mediados de julio de 2019. En la tarde del jueves 18, Lucía, de 37 años, fue hallada sin vida en su vivienda de Ameghino 59 de Paraná. Era una mujer trans, poeta y militante del colectivo LGTBIQ+. La investigación llevada adelante por la División Homicidios y la Fiscalía fue reuniendo varias pruebas, hasta que el 8 de agosto detuvieron al adolescente de 16 años, principal sospechoso del asesinato.
Estuvo un tiempo con prisión preventiva en una dependencia del Copnaf y luego fue liberado con restricciones. Quedó severamente comprometido en la causa por testimonios, una huella dactilar, una huella de calzado y videos de cámaras de vigilancia de las inmediaciones del lugar del hecho. A su vez, se incorporó una prueba de ADN que también lo incriminaría.
Desde que concluyó la reunión y producción de pruebas, desde que se cumplió el primer aniversario del crimen la discusión central en la causa pasó por de qué tipo de crimen se trató. Tanto los familiares de la víctima como la Comisión Justicia por La Loba, trabajaron en aportar a la causa las miradas necesarias para que prevalezca la perspectiva de género al momento de acusar. Si bien hubo instancias de diálogo entre la Fiscalía, a cargo de Sandra Terreno y Álvaro Piérola, y la querella representada por Patricio Cozzi, finalmente no hubo acuerdo.
En el dictamen de la acusación pública donde solicita la remisión de la causa a juicio sostiene que el delito imputado debe ser el de Homicidio simple. Allí se argumenta por qué no existieron agravantes, específicamente por qué no se trató de un crimen de género.
Por su parte, el querellante en su pedido consideró que se trató de un homicidio con cuatro agravantes: por violencia de género (es decir, un transfemicidio), alevosía, ensañamiento y, además, por odio. En la argumentación, las 20 puñaladas por la espalda que recibió la víctima sustentan cada agravante, entre otros elementos que fueron mencionados.
El único antecedente que hay en el país fue el asesinato de Amancay Diana Sacayán, una mujer trans asesinada en octubre de 2015 en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires. Gabriel David Marino fue condenado en 2018 a prisión perpetua por Homicidio agravado por Violencia de género y odio a la identidad de género, publicó Uno.
Luego la Cámara de Casación el año pasado anuló el agravante del odio pero mantuvo que se trató de un femicidio, porque el ataque “estuvo orientado en afectar a la víctima en los lugares que conforman su identidad como mujer travesti”.
Ese es el camino que la querella busca seguir en la causa de La Loba, donde desde el inicio tuvo una activa participación el Área Provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual, así como otros organismos y organizaciones que trabajan por los derechos del colectivo LGTBIQ+.
Se aguarda que para los próximos días, luego de la contestación de la defensa, la jueza Elisa Zilli convoque a una audiencia de remisión de la causa a juicio, donde cada parte expondrá oralmente su hipótesis y luego se enviará la causa al Juzgado Penal de Niños y Adolescentes para el debate.