Suspendieron el juicio a tres jóvenes por el séxtuple homicidio ocurrido en la Unidad Penal de Victoria, donde seis internos murieron calcinados.
La medida se tomó por la pandemia del coronavirus. Volvió a postergarse el juicio por el séxtuple homicidio perpetrado durante la masacre ocurrida el 7 de junio de 2017 en la Unidad Penal de Victoria, donde seis internos murieron calcinados en su celda por un ataque con fuego. El debate en el que se iba a juzgar a Kevin Paniagua, Ramón Framulari y Maximiliano Chamorro había sido suspendido por primera vez el año pasado, ya que debía iniciar el 20 de noviembre, pero por razones de agenda de uno de los abogados fue postergado. Ahora, la razón de la suspensión es la emergencia epidemiológica: el juicio iba a iniciarse el 1º de abril, pero no se realizará atento a la pandemia del coronavirus. Esta medida adoptada en el marco de la resolución del Poder Judicial de dictar el receso extraordinario, preanuncia que la suspensión de todas las actividades judiciales se mantendrán luego del plazo fijado del 31 de marzo. Las audiencias de debate estaban previstas para los días 1, 3, 6, 7, 8, 13 y 14 de abril. El Tribunal de Juicio de Gualeguay citó los fundamentos del acuerdo del Superior Tribunal de Justicia en cuanto a los motivos que determinaron aquella decisión, más aun teniendo en cuenta que este juicio demandará una serie de medidas que podrían poner en riesgo a quienes intervengan en el debate, tanto a los operadores judiciales como a los internos. Es que muchos presos deberán ser trasladados a las audiencias que se desarrollarán en la sede judicial de Gualeguay, por personal del Servicio Penitenciario en los vehículos oficiales, tanto los imputados como quienes fueron testigos de aquella masacre. Los tres internos están imputados por haber asesinado con fuego a las víctimas mientras dormían en sus celdas en la Unidad Penal de Victoria, y por el intento de homicidio de un sobreviviente. Cuando los carceleros abrieron las puertas de las celdas del pabellón Nº 3 a primera hora del día, los atacantes encendieron un colchón, lo arrojaron adentro y cerraron la puerta con traba. En dos minutos, hasta que llegaron los penitenciarios para auxiliar a las víctimas, seis sufrieron heridas mortales y solo uno sobrevivió. Kevin Paniagua estaba cumpliendo una pena de 13 años de prisión efectiva por dos homicidios cometidos cuando era menor; Ramón Framulari había recibido seis años por una decena de hechos delictivos, entre robos y balaceras; y Maximiliano Chamorro tenía una condena de cuatro años y medio por asaltos y tiroteos. Ahora, estos jóvenes que tenían entre 20 y 21 años al momento del hecho, afrontan pedidos de pena de prisión perpetua. Es que el fiscal Eduardo Guaita imputa el delito de Homicidio calificado, por alevosía (que es actuar sobre seguro, sin posibilidad de defensa de las víctimas), ensañamiento (generar un sufrimiento innecesario), utilización de un medio que genera un peligro común (al haber desatado un incendio) y por la premeditación de tres o más personas. Las víctimas fueron los paranaenses Justo Silva, de 53 años; Marcelo Beber, de 31; Brian Alarcón, de 21; Francisco Coronel, de 19, y los victorienses Vladimir Casco, de 20, y Marcelo Rodríguez, de 30. Emilio Oscar Suárez, de 27, sufrió graves heridas en las piernas y es el único sobreviviente. Las principales pruebas que se van a ventilar en el debate ante el Tribunal de Juicio de Gualeguay son los videos de las cámaras de vigilancia del penal y las declaraciones testimoniales de los internos, sobre todo compañeros de pabellón; además los penitenciarios de la Unidad Penal, los peritos que hicieron análisis de las causas del incendio, los estudios toxicológicos, y los médicos forenses.