El Gobierno reunió a todos los ministros de Producción. Los distritos piden mecanismo para compensar costos de logística. Buscan incorporar productos regionales para completar ofertas.
Los altos costos de logística y de servicios como luz y gas, sumados a la fuerte presión fiscal de las principales ciudades del interior, provocan que el programa de Precios Cuidados sea, todavía, un beneficio que sólo alcanza a Capital Federal, Buenos Aires y un puñado de provincias centrales.
Frente a ese horizonte, el Gobierno reunió a los ministros de Producción de todo el país con el objeto de coordinar la implementación del plan y buscar alternativas para superar las trabas de cada uno de los distritos, en especial de los periféricos. Una de las propuestas, por caso, apunta a que la Nación subsidie parte del costo de la logística.
El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, se reunió la semana pasada con el ministro del Interior, Wado de Pedro, para dialogar sobre la base de una “agenda abierta”, que incluyó el abordaje de la situación fiscal de la provincia y el compromiso de trabajar estrechamente para resolver las problemáticas de “corto plazo”.
El encuentro se realizó en la sede la cartera de Producción que conduce Matías Kulfas, quien transmitió a los enviados de los gobernadores que la intención es “incrementar las bocas de comercialización con almacenes y cadenas de supermercados de cercanía y sumar a productores regionales al programa”.
De la reunión participó también la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, quien detalló que en esta etapa la intención es “incorporar a muchos actores valiosos de todo el país para que el programa sea efectivo e ir ganando en capilaridad con proveedores y bocas de expendio”.
Por su parte, los ministros provinciales transmitieron en Buenos Aires la preocupación de cámaras y empresarios de sus distritos.
Por caso, referentes productivos de Misiones, Corrientes y Chaco coincidieron en que los costos de lógística tornan “imposible el cumplimento del programa”.
El presidente de la Federación Económica de Misiones, Alejandro Haene, sostuvo que “los precios propuestos son muy bajos para poder competir, principalmente con la logística”.
Pero, además de las distancias, la realidad del interior del país tiene un componente adicional, que es el alto costo de los impuestos provinciales y municipales, combustible, peajes, y servicios públicos.
“El Gobierno debería subsidiar la logística y reacomodar los precios porque, salvo las grandes cadenas, el resto no tiene espalda para aguantar. La voluntad de los empresarios existe, pero termina cuando no cierran los números”, agregó el dirigente misionero quien también señaló el hecho de que, aún con el impuesto del 30%, los supermercados de Brasil y Paraguay siguen ofreciendo productos mucho más baratos, lo que suma un problema adicional a los locales de la provincia.
En tanto, el presidente de la Federación Económica de Corrientes, Daniel Filigoi, dijo que “las empresas correntinas de (supermercados) no fueron invitadas a participar del programa de Precios Cuidados”. Y confirmó que junto con los empresarios locales “estamos analizando la incorporación de un programa de precios orientativos de productos, pero no especificando marcas, es decir pondremos en vigencia lo antes posible productos idénticos en cantidad y calidad con precios sugeridos. Lamentablemente en Corrientes no se cumple el programa de Precios cuidados no porque los empresarios no quieran sino porque los números no les cierran”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio e industria de la ciudad de Resistencia, Chaco, Martín Giménez dijo que “los comerciantes chaqueños por supuesto que desean incorporarse, pero es casi imposible. Además, la situación se complica, aún más en negocios medianos y pequeños”.
Hacia el sur del país, el ministro de Ciudadanía de Neuquén, Ricardo Corradi Diez, reveló que solo un 50% de los productos del plan se consigue en la provincia, por lo que buscan sumar variedad mediante la incoporación de productos regionales.
Finalmente, en la provincia de Salta, la implementación del programa de precios resulta desigual, con importantes faltantes y productos cuyo costo está, en muchos casos, entre un siete y un nueve por ciento por encima de los valores sugeridos.