El pasado viernes un cliente se comunicó con un concejal para advertirle sobre la posibilidad de un producto que “a priori” no estaba en un estado
normal. Tomado conocimiento del caso, el departamento de Bromatología se dirigió el sábado por la mañana al supermercado invitándose a participar del procedimiento al vecino que había realizado la denuncia. Se recorrieron todos los sectores, se controlaron las cámaras de frío, las góndolas y se pidió la documentación para controlar el procedimiento administrativo.
También se realizó un estricto control sobre los productos que llamó la atención al cliente, explicándosele desde el local comercial cada control que la firma realiza sobre la mercadería. Desde Bromatología se informó que el lugar fue encontrado en excelente estado. Los encargados de las áreas respondieron todas las consultas efectuadas tanto por los funcionarios municipales como del cliente que participó de la inspección por lo que se determinó que el lugar posee una importante organización interna que permite controlar la calidad de los productos que se ofrecen.
“Las góndolas limpias, los productos sin tierra, las fechas de vencimiento en orden, las cámaras de frío en perfecto estado, los embutidos y carnes, clasificadas cada una con sus respectivas boletas de compra y de controles sanitarios al día, permitieron retirarnos sin ningún tipo de observación alguna”, destacaron desde Bromatología, mientras que el vecino también agradeció la posibilidad de sentirse seguro sobre el lugar en donde realiza las compras cotidianamente.