El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, parece decidido a boicotear la cuarentena establecida por varios gobiernos estaduales y, en una nueva batalla contra esa medida preventiva por la pandemia del coronavirus COVID-19, publicó este jueves un decreto en el que determinar cuáles son los servicios esenciales en el país, entre ellos destacan las misas y la lotería.
El decreto del mandatario ultraconservador abre, además, lagunas legales sobre las restricciones que pueden imponer los gobernadores y alcaldes para enfrentar la propagación del coronavirus, informó la prensa de Brasil.
Bolsonaro quiere terminar ya la cuarentena y se enfrenta a gritos con gobernadores
En relación con las misas, Bolsonaro estableció que las iglesias pueden estar abiertas siempre y cuando su funcionamiento se ajuste a las recomendaciones del Ministerio de Salud, las cuales, hasta ahora sugieren evitar aglomeraciones. Por lo que se espera que los servicios religiosos se realicen pero de manera controlada.
Mientras que en la mayoría de los países las iglesias se sumaron a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de emplear soportes virtuales para mantener sus prácticas, en algunas ciudades de Brasil como Sãn Pablo y Santa Catarina, las iglesias acudieron a los tribunales para garantizar que se realizaran las misas.
Bolsonaro, ferviente evangélico, había criticado días atrás el cierre de las iglesias. “Hay personas que quieren cerrar la iglesia, el último refugio de la gente”, se quejó en una entrevista en la emisora SBT.
“Por supuesto, el pastor sabrá cómo llevar a cabo su servicio, tendrá conciencia. Si la iglesia está demasiado llena, diga algo”, le pidió a los pastores y curas. “Él decidirá, sobre todo porque la garantía del culto, la protección del ambiente de culto, está garantizada por la Constitución. El alcalde y el gobernador no pueden pensar que no habrá más adoración, no más misa “, agregó el presidente de Brasil.
Respecto a la lotería como servicio esencial, Bolsonaro había adelantado el miércoles que resolvería “de un plumazo” la situación de cierre forzado de esos comercios.
Al escuchar la queja sobre el cierre del comercio por parte de un partidario que se identificó como “un hombre de negocios”, el mandatario dijo que “resolví la lotería. Tres mil loterías cerradas por alcaldes y gobernadores. Logré resolverlo con un bolígrafo. Estamos haciendo esto”.
Durante ocho noches seguidas, Bolsonaro fue blanco de cacerolazos por su postura frente a las medidas tomadas por los gobernadores para mitigar la pandemia del coronavirus.
El martes, en un mensaje en cadena nacional, exigió a “algunas autoridades, estaduales y municipales, abandonar el concepto de tierra quemada”.
El argumento es que los efectos en la economía darán lugar a millones de desempleados en Brasil. Sin embargo, el fin de la cuarentena va en contra de las recomendaciones médicas para enfrentar el coronavirus.