Hicieron un hueco en la pared y accedieron a un comercio dedicado a la venta y alquiler de herramientas. Se llevaron del interior una camioneta y más de 100 mil pesos en mercadería.
Vibroapisonadores, martillos neumáticos, grupos electrógenos, una allanadora manual para saneado de piso, amoladoras, soldadoras, y hasta una camioneta, fueron algunos de los elementos de trabajo que se llevaron los delincuentes de un comercio dedicado a la venta y alquiler de herramientas, ubicado frente a la Terminal de Ómnibus.
«Es un robo que me deja mal económicamente, pero por sobretodo es un robo que me indigna por la impunidad con la que se manejan», manifestó Juan Telechea, propietario del comercio S y P, que tiene más de 15 años de historia en Gualeguaychú, pero que desde hace cuatro meses funciona frente a la Terminal de Ómnibus. Telechea está casi seguro que el robo ocurrió el domingo por la madrugada, pero se percató el lunes a primera hora, cuando fue a abrir el galpón y se encontró con una serie de anormalidades. Las dos pesadas hojas del portón estaban arrimadas y apenas ingresó se dio cuenta que faltaba la camioneta Fiat Fiorino.
Acompañado de un empleado comenzó a recorrer el galpón y observó que el robo había sido peor. «Nos robaron herramientas que cada una tiene un valor de mercado que ronda entre los 12 y los 15 mil pesos», contó Telechea. «Nos robaron vibroapisonadores, martillos para romper el hormigón de calle, grupos electrógenos, una allanadora eléctrica que sirve para hacer saneado de piso, martillos grandes, chicos, amoladoras, soldadoras. Por ejemplo, tuve que salir a comprar una soldadora y me salió 5000 pesos y me robaron dos de esas. Calculo que el valor de lo que me robaron es de más de 100 mil pesos», relató.
Pero las pérdidas de Telechea no acabaron ahí. También le llevaron la Fiat Fiorino, que fue encontrada abandonada el lunes por la mañana en Bulevar de María y Perigan, «sin las cuatro ruedas, sin el parabrisas, me arrancaron los cables, me robaron el estéreo y la batería». También se llevaron una computadora, una impresora de planos y un equipo de música de la oficina. «Ahora nos estamos dando cuenta de un montón de cosas que faltan», señaló el comerciante, visiblemente afectado por la impotencia por haber sido víctima de un robo de estas características. «Indudablemente hicieron un trabajo de inteligencia previo porque tengo unas flechas hechas con lápiz en la puerta, que coinciden con la traba en la parte interior. Le hicieron palanca y se ve que no pudieron entrar por ese lado entonces optaron por hacer un boquete por el costado», indicó Telechea.
Casualmente, el boquete por donde finalmente entraron, lo hicieron en un lugar donde en la parte interior no había fierros, era el único espacio libre sin obstáculos. «Las marcas que hay en el frente hacen sospechar que hay un conocido o alguien de la empresa metido», agregó.