El máximo tribunal ordenó a la Policía que interrogue al exministro de Justicia, que acusó al mandatario de Brasil de querer intervenir en investigaciones judiciales. Podría derivar en una destitución.
La sombra del impeachment se posicionó, por primera vez con más fuerza, sobre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) ordenara investigar las acusaciones del exministro de Justicia, Sérgio Moro, sobre la intención del ultraconservador de interferir investigaciones judiciales sobre sus hijos y aliados.
El juez Celso de Mello, de la mayor instancia judicial de Brasil, dio un plazo de 60 días para que la Policía Federal (PF) interrogue a Moro, el exjuez estrella de la causa Lava Jato, sobre sus explosivas acusaciones tras dimitir el pasado viernes del gobierno.
Las conclusiones, que deben ser entregadas al Fiscal General de la República, Augusto Aras, pueden abrir el camino a un pedido de juicio político contra el presidente o a una acusación por falso testimonio contra Moro.
Según Celso de Mello, «los crímenes supuestamente practicados por el señor Presidente de la República» parecen tener «íntima conexión con el ejercicio del mandato presidencial», lo que permite la investigación a Bolsonaro.
El documento enumera siete posibles delitos cometidos por Bolsonaro, entre ellos prevaricación y obstrucción a la justicia.
El viernes, al renunciar en rechazo del reemplazo del director de la Policía Federal, Moro acusó al mandatario ultraconservador de querer intervenir en investigaciones de ese cuerpo, que depende del Ministerio de Justicia y de pretender recibir informes diarios sobre esas pesquisas.
«El presidente me dijo que quería colocar a una persona con quien tuviera contacto personal, a quien pudiese llamar, pedirle informaciones, informes de inteligencia. Prestar ese tipo de información no es el papel de la Policía Federal. Las investigaciones deben ser preservadas», denunció Moro en una conferencia de prensa en Brasilia.
Una vez concluida la investigación ordenada por Mello, será el fiscal Aras el encargado de determinar si se encontraron elementos que respalden una denuncia formal contra Bolsonaro.