En el estreno de la dupla Riquelme-Gago, el equipo de Bianchi venció 2-0 a Quilmes con superioridad. Quedó a cuatro de Newell’s. Video.
Boca Juniors venció con claridad en su cancha a Quilmes por 2-0, en un partido que tardó en definir, pero en el cual su superioridad no admite discusiones, y llega tonificado al fundamental Superclásico que se jugará el domingo próximo en el Monumental.
El día que será recordado por haber llegado Juan Román Riquelme al récord de presencias en la Bombonera (marca que pasó a compartir con otro crack, Silvio Marzolini), y por su primer encuentro con Fernando Gago vistiendo la camiseta xeneize, mostró a un equipo que tuvo el aporte fundamental de Emmanuel Gigliotti, autor de los dos tantos, y un gran rendimiento de Pablo Ledesma, el hombre que le dio equilibrio al armado.
Quilmes llegó a La Boca con un planteo muy mezquino. En el primer tiempo su plan se limitó a obstruir al adversario sin ninguna otra propuesta, pero cambió en la parte final y contó con algunas oportunidades.
Los primeros 25 minutos de partido transcurrieron con Boca parado en el campo del cponente, con amplia posesión de la pelota y tratando de ser cuidadoso en el traslado, repitiéndose en la salida por la derecha, donde Jesús Méndez contaba con mucho espacio.
Pero no hubo ningún riesgo para el arco de Quilmes, ni remates al arco.
La primera llegada fue en el minuto 27, cuando Gigliotti recibió de espalda al arco un pase de Riquelme, giró y sacó un zurdazo bajo que Sebastián Peratta rechazó sobre su derecha.
La segunda llegada se produjo en el minuto 33, en una maniobra muy bien elaborada, con pase de Juan Sánchez Miño a Riquelme y una asistencia de primera para la diagonal hacia la izquierda de Gigliotti, quien definió con la cara externa, bajo y cruzado junto al palo izquierdo de Peratta.
Con la ventaja Boca empezó a moverse con mayor precisión en ataque, crecieron Gago y Riquelme y el segundo estuvo cerca a los 37, con un tiro de esquina ejecutado por Román desde la izquierda fue peinado por Gigliotti en el primer palo, pero al pelota se fue apenas por encima del travesaño.
Quilmes planteó un buen trabajo en defensa hasta el gol, pero nunca encontró la pelota, casi no pisó el área rival y su único remate llegó a los 40, a través de Leonel Bontempo desde fuera del área que se fue desviado.
Con el ingreso de Sergio Hipperdinger, Quilmes cambió el planteo, salió a buscar el partido más arriba y empezó a desnudar algunas flaquezas en el fondo local.
De todas maneras, Boca cuando encontró el balón siguió siendo ordenado en función de ataque y pudo haber llegado al segundo gol en el minuto 6, cuando tras un gran pase de Ledesma a Gigliotti, el delantero eludió a Peratta y remató al cuerpo de Sebastián Martínez.
De inmediato Quilmes estuvo a tiro del empate, con una aparición de Pablo Garnier muy libre en el área, pero su derechazo se fue por encima del travesaño.
A los 15 una estupenda asistencia de Gago dejó a Juan Manuel Martínez en posición de gol sobre la izquierda, pero el disparo del atacante se estrelló en el palo izquierdo.
Pasados los 20 minutos, Boca volvió a hacerse más firme en la mitad de la cancha y el cotejo se jugó lejos de Agustín Orion. Sin embargo, la visita otra vez pudo haber llegado al empate, cuando el uruguayo Joaquín Boghossian cabeceó recto al cuerpo de Orion tras un centro de Miguel Caneo.
En los últimos diez minutos, con Quilmes muy jugado en ataque y desarmado en el fondo, Boca tuvo una sucesión de oportunidades que no aprovecharon dos veces Sánchez Miño y una Gago.
Finalmente, a los 42 minutos, Boca encontró la tranquilidad definitiva, en una jugada que comenzó con una gran recuperación de Gago, se prolongó con la apertura de Ledesma sobre la izquierda y un centro preciso de Sánchez Miño para Gigliotti, que el ex Colón de Santa Fe cabeceó al gol.
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