El club Atlético Almagro conserva viva algunas tradiciones del fútbol. Para que nunca se pierdan, los clubes de categorías inferiores mantienen rituales que han calado hondo entre los aficionados, acciones modestas que despiertan simpatías.
A pesar del paso de los años, de las limitaciones económicas y de las dificultades que a veces supone mantener la ilusión, en esas categorías donde los obstáculos y los problemas se suceden, algunos clubes de fútbol, dentro de su simpleza y humildad, continúan fieles a las tradiciones, como es el caso del Taita del Barrio América. Temporada tras temporada, partido tras partido, muchos de ellos repiten esos rituales que, con el tiempo, han calado hondo en los aficionados. Costumbres que engrandecen a entidades que, lejos del profesionalismo, se pueden permitir el lujo de mantener la cercanía con los socios, seguidores y simpatizantes. En el primer encuentro de la Copa Entre Ríos 2018, el capitán Aurinegro, Oscar “Negrito” Germanier, hace entrega a su par del Club Atlético Rosario del Tala, de un humilde banderín de la institución, que no hace más que mantener vivo el gesto de antaño, que junto a un abrazo y un apretón de manos, trascienden las emociones y marcan distintivos en los clubes de barrio. Texto de Alejandro Osuna-Sergio Pilepich.