En la sede del Tribunal Oral Federal de Paraná, se produjeron este martes los alegatos por parte de la defensa de los nueve acusados de integrar una banda dedicada a la venta de cocaína y marihuana en Nogoyá.
La supuesta organización está integrada por ocho hombres oriundos de Nogoyá y uno de Buenos Aires. Según la imputación, de manera organizada adquirían el estupefaciente en Paraná y lo vendían en aquella localidad.
Los acusados son Sebastián López (organizador, con dos condenas por venta de drogas), su mano derecha Mariano Giménez, su hermano Marcos Giménez, el comerciante Mariano Alfaro, Pablo Salcedo, José Luis Gómez, Washington José Graizzaro, Juan Legras y Pablo Balbuena. “Son nueve personas las acusadas por el delito de tráfico de estupefacientes y Cesar López es el acusado de ser el líder de la banda”, explicó a el defensor Boris Cohen. “Vamos a intentar demostrar la total inocencia de López”, adelantó el abogado defensor Claudio Berón, al manifestar su oposición con la acusación de la Fiscalía. Mientras que Augusto Laferriere, quien representa a los hermanos Giménez, Salcedo y Balbuena, sentenció: “No hay pruebas suficientes para que proceda la acusación realizada por la Fiscalía, y para este miércoles está previsto el derecho a la última palabra de los acusados”.
Según se informó en la lectura de la requisitoria fiscal de elevación de la causa a juicio, las presentes actuaciones se originaron el 24 de abril de 2017, cuando la Delegación Toxicología de la Jefatura Departamental Nogoyá de la Policía de Entre Ríos “comunicó el inicio de un estado de sospecha objetiva, bajo la denominación La Chacra, por la presunta comercialización de estupefacientes en una vivienda sita en la zona norte de la ciudad de Noyogá, Villa 3 de Febrero, calle Eva Perón e Islas del Ibicuy, siendo esta una chacra ubicada en un predio de una hectárea aproximadamente, donde residían López junto a su concubina”, que está privada de la libertad en la Unidad Penal N°6, “quienes alquilarían el predio a un hombre de apellido Ormaechea. También se identificaba como sindicado a Mariano Emmanuel Giménez”.
Las actuaciones habrían permitido determinar “la sospecha relativa a que López y Piraña Giménez comercializaban estupefacientes, bajo la forma de envoltorios de marihuana y de cocaína, en la finca de aquél, tanto en horarios diurnos como nocturnos, habiendo detectado, a partir de las tareas de vigilancia iniciadas, la llegada de personas de distintas edades y sexo, en forma peatonal y por medio de diferentes medios de transporte, donde el material sería expedido por el sospechado Giménez, mientras López sería quien proveía la sustancia”.
Durante el juicio, se ventiló que el líder de la organización se proveía de la cocaína en Paraná, y se la compraba a familiares de Roberto Sterz, condenado, entre otras causas, por la cocina de cocaína que instaló en un campo del Acceso Norte. Por otro, se detalló cómo se guardaba el dinero fruto de las ganancias de la venta de drogas, a través de un comerciante, en operaciones que rozan el lavado de activos.