A excepción de Chaco, Jujuy y el AMBA, que siguen en aislamiento, el resto de los distritos retorna desde hoy a fase de distanciamiento social que había alcanzado en junio.
En una semana donde la situación epidemiológica se complicó con récord de casos en numerosas provincias, el interior del país se encamina de todos modos hacia la “nueva normalidad” con la adhesión al decreto de Alberto Fernández que habilita una nueva etapa de distanciamiento en todos los distritos, a excepción de Chaco, Jujuy y el AMBA que seguirán en aislamiento.
Las provincias retornan así al estatus que habían conseguido en junio pero que fueron abandonando como consecuencia de nuevos brotes y aparición de casos en zonas que parecían indemnes, como Catamarca.
Sin embargo, la escalada del virus en los últimos días hizo que los gobernadores apelen ahora a la responsabilidad ciudadana para extremar cuidados, sin prohibiciones y con pedido de aislamiento voluntario. Un pedido que en algunos casos se traduce casi en un ruego en la previa del Día del Amigo.
Los mandatarios siguen teniendo facultades para endurecer la flexibilización o dar marcha atrás. Un ejemplo es Neuquén, donde la administración de Omar Gutiérrez (MPN) continuará con restricciones en la ciudad capital, Plottier y Centenario hasta el 2 de agosto.
En ese conglomerado, “las personas que tengan que circular para realizar los desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse, podrán hacerlo sólo de 8 a 20 de lunes a sábado, teniendo en cuenta la terminación del DNI”, mientras que están prohibidas las “reuniones sociales de cualquier tipo”.
En tanto, las tres provincias más grandes (sin contar CABA y Buenos Aires, que tienen su propia fase de flexibilización) registraron este fin de semana récord de contagios en un día. Córdoba en el parte final del sábado sumaba 87 casos, Santa Fe 36 y Mendoza 44. Sin embargo, los gobiernos apelaron a un esquema de conciencia social para delegar en los individuos la contención a la pandemia y evitar así un endurecimiento de las restricciones.
En Santa Fe, los límites con Buenos Aires y Chaco son una preocupación, en especial tras el anuncio de progresivas flexibilizaciones en el AMBA. En esa línea, también el puntano Alberto Rodríguez Saá aseguró que “mientras más se acreciente la pandemia en Argentina, más cuidaremos nuestras fronteras”. San Luis, La Pampa y San Juan aparecen en el nuevo mapa (siempre cambiante) del Covid como los distritos con una mejor situación relativa, con menos de quince casos acumulados desde el inicio de la pandemia.
En la Patagonia también hay preocupación, en especial en dos provincias donde la situación parecía controlada: Santa Cruz y Tierra del Fuego. No obstante, apelan también a la responsabilidad social antes de endurecer medidas.
En la vecina Chubut, Comodoro Rivadavia prohibió los festejos del Día del Amigo, mientras que en el resto de la provincia el gobierno de Mariano Arcioni las “desaconsejó” para más de ocho personas.
En el NOA, en Salta los controles comenzaron el fin de semana con unas 500 inspecciones que llevaron a labrar más de 300 infracciones. Y en Tucumán el Día del Amigo se pospuso para septiembre. Asimismo, el catamarqueño Raúl Jalil decretó el fin de la Fase 1 y así la última provincia en permanecer sin casos (hasta hace dos semanas) retoma desde hoy las actividades de la etapa de distanciamiento.
Las provincias más complicadas son ahora Chaco y Jujuy. En la primera, el gobernador Jorge Capitanich anunció la implementación de un “plan de desescalada del aislamiento”, que durará en principio unos 45 días, con un “monitoreo cada 15 o 20 días” y “mecanismos de flexibilización”. En Jujuy, de igual manera, se avanzará hacia una apertura gradual de las actividades que planea la administración del radical Gerardo Morales. Para hoy, el gobierno provincial no sólo prohibió los festejos sino que contempla multas de hasta $340.000 para quienes realicen fiestas clandestinas.