Ayuda Animal: Sahara verde, Amazonia desértica

Fuente de vida, riqueza y hogar ancestral de cientos de comunidades, la Amazonia es mucho más que el “pulmón del planeta”. Con una extensión de seis millones de kilómetros cuadrados (casi la extensión de nuestro país), constituye – constituía –  la mayor selva tropical del mundo y abarca territorios en nueve países diferentes. Pero la sostenibilidad de la selva amazónica y la vida que alberga se ve amenazada no solo por la  deforestación rampante: la Amazonia ha perdido cerca de un millón de kilómetros cuadrados de masa forestal, lo que equivale a una quinta parte de su superficie sino también por ahora por los incendios que la están devastando. Estos  siguen preocupando a todo el mundo por sus niveles records en el inicio de la estación seca por lo cual puede sufrir la extinción de varias especies de la flora y fauna que ya están amenazadas.

Dependiendo del grado del incendio puede presentarse ya una extinción local de algunas especies, porque las que logren sobrevivir no volverán allí y buscarán otros hábitat», comentó  el biólogo y veterinario brasilero, Dr. Rubens Pascual. Para el especialista, el otro problema es que no existen en las zonas de los incendios amazónicos centros de atención especializados en veterinaria de emergencia, «que podrían salvar muchos de los animales que están heridos y mueren por falta de atención. Estamos hablando de regiones remotas hasta para ayudar al ser humano».

Pascual recordó que mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios que habitan la Amazonía ya estaban amenazados por los estragos del hombre con la deforestación, la caza ilegal,  la minería; como así también la expansión agrícola, la ocupación de tierras, las actividades de minería o la construcción de carreras, gasoductos, plataformas de extracción petrolera y centrales hidroeléctricas lo cual conlleva el desequilibrio ambiental, la polución del suelo, del aire y del agua; alteraciones climáticas, tráfico de animales y la pérdida o fragmentación de sus hábitats.

Organismos ecologistas han elaborado  una lista de los animales más propensos a extinción y que con el aumento de los incendios su hábitat se verá todavía más reducida; el leopardo conocido como ‘Gato-maracajá’ encabeza la lista, como el  manatí, un mamífero acuático de gran porte y que cumple una función de agente controlador natural de la vegetación, la nutria gigante son otras de las especies afectadas por los incendios.

Entre las aves se destacan por su vulnerabilidad la guacamaya amarilla y el gavilán real. Otros felinos, como el jaguar y el puma, que habitan el Pantanal, un extenso ecosistema del occidente brasileño próximo a la amazonía y donde se presentaron los primeros focos de incendio, también corren el mismo peligro.

Los primates tampoco se escapan de la amenaza de extinción acelerada por el fuego, como el uacarí, el mono araña, el mono de uñas y el saium de collar, especies que sufren también con la caza por parte de los indígenas.

La flora, es la directa afectada con los incendios en una región en la que existen 20.000 especies vegetales nativas, de las cuales ochenta que ya estaban en vía de extinción comienzan a desaparecer más rápido con el estrago del fuego.

“Sobrepasar esta frontera acarrearía cambios irreversibles en el ecosistema más rico del planeta, principalmente un proceso de sabanización a gran escala” sentencian los especialistas. Futuro que lo podemos prever si dirigimos la mirada a  Sabana africana compuesta por desiertos donde hace ya 5.000 años eran una zonas donde reinaba la flora y fauna. Sahara verde y amazonia desértica. Es solo mirar, alertar y prever  el futuro desastre ecológico en tales latitudes del mapa. –