Muchas veces minimizamos las heridas en un animal, de un perro. Este comentario es común en mucha gente que se encuentra con este problema: “…revisándolo un poco, encontré una herida bajo de su cuello de mi perro, cuando corrí el pelo de lugar me topé con una herida profunda y perdida de pelo alrededor (…) ayer note un bulto del tamaño de un bochón y hoy me encontré con un montón de pelo pegado arriba; cuando lo limpio y saco el pelo me hallé con otro hueco de la misma características que los otros pero esta vez tenia pequeños gusanos…” Concluimos diciendo que este perro se salvó de una miasis o comúnmente llamándola bichera o gusanera. Decimos se salvó pues esta afección literalmente pues MATA de una forma directa o indirecta.
Encabezamos el comentario focalizado en los perros. A nuestra página en Facebook “Ayuda Animal C. del Uruguay” llegan mensajes denunciando, pidiendo auxilio respecto a perros “abichados”- miasis – Vale aclarar que esta enfermedad puede afectar a cualquier animal vertebrado, inclusive a seres humanos y es de distribución mundial, predominando en los meses más húmedos y de mucho calor.
La miasis se trata de una enfermedad bastante común en estas épocas de calor y afecta principalmente a perros callejeros o aquellos que no reciben un tratamiento adecuado al presentarse una herida. Asimismo, puede desarrollarla en animales que tengan una parte del cuerpo constantemente húmeda, ya sea por lagrimeo, incontinencia, salivación, etc. Esta se produce cuando larvas de especies de moscas del género Diptera – también muy común en nuestra zona – infectan una herida. Se produce cuando hay una herida, es decir, una abertura a los tejidos de la piel del animal. Las moscas dejan los huevos en la herida y estos se convierten en larvas en el término de 3 días. A medida que penetran en la piel del animal, la herida va aumentando en tamaño, por lo que más moscas pueden verse atraídas y pueden depositar huevos en la herida. Tal enzima salival que produce digiere la carne, causando heridas más profundas de modo que pueden penetrar en la piel, provocando infecciones. Las larvas crecen, invaden la herida y esta puede convertirse en una herida muy grande y severa. Puede llegar a producirse una infección bacteriana en la piel del perro. Las larvas pueden afectar inicialmente la piel, pero pueden migrar posteriormente a diferentes tejidos y órganos a nivel gastrointestinal, genitourinario, auditivo y oftálmico. Las áreas infestadas por gusanos en la piel pueden ser muy dolorosas, por lo que hay que evitar que se muerda sobre esas zonas. Con una infección severa puede entrar en shock, y esto se produce como consecuencia de las enzimas y toxinas que producen estas larvas y gusanos. ¡Este proceso dura tan solo 2 semanas!
¿Prevención y tratamiento? La prevención es la mejor estrategia pues, aunque se trata de una enfermedad fácil de tratar las heridas con gusanos pueden ser potencialmente mortales si no son tratadas a tiempo. Bastará con revisar las heridas o zonas constantemente húmedas por su predisposición a padecer esta enfermedad.
El tratamiento de la miasis en perros se basa en la limpieza de la herida con el rasurado de la zona (la piel y el pelo atrapan bacterias y se puede volver a infectar la herida) así como la aplicación de diferentes productos para matar a las larvas. Se debe aplicar povidona yodada y las larvas deben extraerse manualmente con una pinza evitando que se rompan al sacarlas, pero siempre recomendamos que visite a un veterinario pues los gusanos pueden haber socavado muy profundo en el cuerpo del animal y si no somos avezados al tema ponemos en peligro su vida.
¿Porque primero la prevención que el tratamiento? Ver a un animal con una herida grande, llena de gusanos, con olor nauseabundo que deambula delante nuestro, lleno de moscas y aullando del dolor no es un tema para mirar hacia otro lado. La mayoría de las personas que nos consultan lo hacen cuando el animal ya está “en las últimas”, cuando los gusanos hicieron desastre en el interior de su cuerpo. No es lo mismo leer palabras que mirar un perro comido por ellos y no podemos y no queremos incluir palabras más crudas pues para eso está esas imágenes vívidas. El dolor que un ser siente con tal “bichera” no tiene palabras, no puede ser traducido en ellas. Hay algo que hemos obviado cuando hablamos de la prevención, y es esto: NO SEAMOS INDIFERENTES ANTE ESTE DOLOR, SEAMOS SERES EMPÁTICOS. ¡AYUDÉMOSLOS CUANDO VEAMOS UN ANIMAL SUFRIENDO POR ESTA ENFERMEDAD! …ANTES QUE SEA TARDE PARA ÉL.