Ha llegado el invierno y las temperaturas bajan. Ahora que hace más frío y hemos cambiado la ropa de nuestro armario, debemos pensar también en los cambios a los que se enfrentan los animales domésticos.
Principalmente mamíferos y aves, son homeotermos, lo que significa que pueden regular su temperatura interna.Los animales de menor tamaño tienen más problemas para mantener una temperatura corporal constante ya que la relación entre su superficie corporal y el volumen es mayor y pierden más calor que un animal grande. En esta época tenemos que procurar tener a nuestro animal correctamente vacunado para que su sistema inmune esté a la orden del día, frente a este tipo de situaciones puesto que existen virus, bacterias y hongos que se aprovechan del frío y de la bajada de defensas para producir inflamación e infección en las vías respiratorias.
Además, con el frío se agravan las dolencias del aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones). Los de mayor edad pueden resentirse más en invierno que en otras épocas, los que tiene problemas de corazón y que estén tomando medicamentos, pues pueden tener más pérdidas de calor que un animal sano. Es beneficioso abrigarlos antes de salir a la calle y tener una zona caliente en la casa donde puedan descansar.
La edad tanto de perros y gatos tiene mucha importancia, necesitan más atención y cuidados los más jóvenes y adultos, ya que tienen más pérdidas de calor que un animal de mediana edad.Los gatos son más sensibles a los cambios estacionales y de temperatura, regulando incluso su cantidad de pelaje a través de mudas para prepararse para las épocas de mayor frío y calor, respectivamente. Una de las formas más rápidas de saber si tu gato tiene frío es comprobando la temperatura de sus extremidades, especialmente de la punta de sus orejas, la punta de su cola y las almohadillas. El gato tirita: si ves a tu gato tiritar, es que siente bastante frío.
La cantidad de comida que debe ingerir depende de su actividad física. Si es mayor que en verano, habrá que aumentar la cantidad de comida, pero si es menor habrá que disminuirla. En cuanto al agua, si dispone de un bebedero al exterior, se recomienda el uso de recipientes de plástico, ya que la congelación del agua va a ser más lenta que en un recipiente metálico.
En cuanto a los cuidados estéticos, es aconsejable cortar el pelo menos que en verano. Las uñas, debido al descenso de actividad física, tienen un desgaste natural menor y deben cortarse con mayor frecuencia. Y por último, debido al frío, algunos perros pueden agrietarse con mayor facilidad las almohadillas de las manos y de los pies, por lo que se recomienda el uso cremas hidratantes especiales para proteger las almohadillas.
Si conviven dentro de casa, normalmente la temperatura a la que nosotros estamos es la misma a la que deben de estar ellos. Si viven en el exterior y pueden estar expuestos a las inclemencias del tiempo deben disponer de un lugar caliente y seco donde refugiarse.
En nuestra ciudad solemos ver – si es que lo queremos – muchos perros callejeros como así también alguna que otra cucha para que los resguarde. El frío se siente mucho más en ellos al no tener nada de estos cuidados. La empatía hace mucho y esto se traduce a que nosotros, cada uno de esas personas que tienen que verlo, cambie esta realidad, ver menos animales desprotegidos y más cuchas en nuestra ciudad. ¿Qué no sé cómo hacerlas? Dos opciones: un tutorial – fácil – en la web o comunícate con nosotras, tenemos un corazón predispuesto proteccionista llamado Silvana que las construye. Yo siento frío, tu sientes frío, claro que él, ellos también lo sienten. Volvemos a repetir, junto a tu empatía pueden hacer mucho por estos animales. Solo ¡HÁZLO!-