Al igual que los seres humanos, las mascotas sufren el frío y las bajas temperaturas. Por eso, es que las personas con mascotas deben tener en cuenta algunas medidas y consejos para proteger del frío a sus compañeros.
Por esto, aunque parezcan consejos obvios, vale la pena repetirlos:
Precaución a la hora de pasearlos. Las bajas temperaturas pueden provocar que tu mascota se resfríe. Por ello, los paseos deben planearse con anticipación y reducir su duración, para evitar que se expongan a estos factores de riesgo. También es preferible que jueguen un poco antes de volver a casa para no exponerlos a un cambio brusco de temperatura que los pueda enfermar.
Mantenerlo dentro de la casa. Si tu mascota suele vivir en el exterior, es recomendable que durante los días en que la temperatura sea más baja de lo habitual hagas una excepción y lo dejes entrar a casa. También se debe tratar de mantener su rutina diaria, incluyendo horarios de comida, y entrenarlo para que salga cuando tenga que hacer sus necesidades.
No encierres al animal por períodos prolongados. Si bien es preferible tener a tu mascota dentro de casa para no exponerlo al frío, se debe cuidar que no esté totalmente encerrado durante un período prolongado, sobre todo si se queda sin compañía. Además de entrar en estrés, si no hay una ventilación adecuada en casa, existe el riesgo de que se acumule monóxido de carbono y el perro se intoxique por respirarlo. Siempre abrigado. Si por algún motivo de causa mayor no puede tener a tu perro, hablando de ellos, dentro de tu hogar, asegúrate que su casita cuente con mantas para mantenerlo abrigado todo el tiempo. Tener sus vacunas al día. Al igual que los humanos, las mascotas también pueden presentar enfermedades estacionales relacionadas.
Además de estas recomendaciones, cuidar su alimentación y evitar los baños, son puntos a tener en cuenta para cuidar la salud de las mascotas. Ante el menor indicio de malestar, siempre es importante ir al veterinario para brindarle la mejor atención posible a tu perro.
Si hablamos específicamente de un perro tenemos que hacernos una serie de preguntas para saber si nuestra mascota que frío puede soportar ella.
¿Qué tan grande es tu perro y cuánto pesa? Entre más pequeños son los perros, más piel tienen (en relación a sus «interior») por la cual pueden perder calor. Por lo tanto, los perros pequeños sienten frío con mayor rapidez que los perros grandes…todo lo demás es igual. Así como pasa con las personas delgadas, los perros delgados sienten escalofríos mucho más rápido que los perros que tienen más grasa.
¿Qué edad tiene tu perro? Los cachorros, los perros de edad avanzada no pueden regular bien la temperatura de su cuerpo con la misma eficacia que los perros adultos, por lo que sienten frío más rápido. Como así también los que tienen problema de movilidad o enfermedades crónicas.
Muy diferente son los gatos los cuales, cuando la temperatura externa es más baja, empiezan a reaccionar con algunos mecanismos de defensa que les ayudan a mantener constante su temperatura corporal. Es muy difícil definir a priori a qué temperatura ambiental los gatos empiezan a tener frío. En primer lugar, porque cuando se considera la temperatura ambiental, siempre hay que tener en cuenta también la humedad y el viento ya que, a igualdad de temperatura, se enfriará más el gato que además esté mojado o en un ambiente muy húmedo o que esté expuesto al viento frío. Además, la disponibilidad de lugares donde cobijarse y de una buena alimentación aumentan la tolerancia de ellos a las bajas temperaturas. Así que para saber si para un gato hace frío no nos basamos tanto en la medición de la temperatura ambiental sino en la observación de sus reacciones corporales cuando la temperatura externa amenaza su temperatura corporal. Sin embargo, al no poderle preguntar por sus sensaciones, lo único que nos queda para suponer que un gato tiene frío es fijarnos en las estrategias y reacciones físicas que se pueden observar desde fuera y que el gato adopta para defenderse de las bajas temperaturas.
Dicho esto, es importante recordar que nuestras mascotas son individuos que necesitan no solo de cariño sino que, como nosotros padecemos el frío, ellos son seres dolientes, lo pueden sufrir.-