Ayuda Animal: El celular mi peor amigo

Existen numerosos estudios que advierten lo peligroso que es estar constantemente usando el celular, desde una cuestión física hasta psicológica.

 

Este ha convertido en algo vital paran nuestro día a día, desde el celular podemos administrar las mayorías de las cosas como lo son pagar facturas de los servicios públicos, realizar transferencia bancarias, enviar correos electrónicos, imágenes, vídeo, música entre otras aunque este presenta muchas desventajas que inciden en nuestra vida como por ejemplo la desconexión con la realidad y soledad, altera o perjudica nuestras relaciones interpersonales, genera un alto grado de dependencia, desmotiva la actividad física, genera un bajo rendimiento escolar en los niños y adolescentes, perdemos el tiempo en mirar cosas hasta banales, entre otros   afecta a la conducta y el ánimo de nuestras mascotas, especialmente los perros y, en menor medida, los gatos de la casa. Esto lo asegura estudios de especialistas en conducta animal  provenientes desde el Reino Unido.

El tiempo que pasamos pegados al celular afecta a nuestro  perro,  indican estos  expertos que estudiaron la forma en la que los canes se relacionan con sus dueños puesto que los perros centran su vida en lo que hacen sus amos, pues lo ven como el líder legítimo de su manada. Este es quien le organiza cada faceta de su vida: le dice dónde tiene que comer, cuándo, dónde puede dormir, entre otras cosas.

Sin embargo, la creciente obsesión de los humanos con sus aparatos móviles, ha hecho que los animales pasen más tiempo observándolos  mientras éstos pasan varios minutos u horas con la mirada fija en la pequeña pantalla de su dispositivo inteligente ha hecho que nuestros animales de compañía se vuelvan más ansiosos o incluso menos felices, solos y puede peligrar el lazo entre ellos puesto que cada vez tienen menos contacto físico con sus dueños, lo que podría acelerar el desarrollo de depresión o problemas de conducta. Si uno está permanentemente conectado al teléfono, ese vínculo vital se rompe y el perro se siente golpeado porque requiere constante retroalimentación e interacción. Quiere complacerte, así es como su evolución está programada. Las señales de advertencia a las que se debe prestar atención son la falta de interés en la comida, el perro duerme más, se esconde del dueño o lo evitan, y pueden comenzar a lamer excesivamente las patas o masticarse para calmarse.

Sabemos que muchas veces no podemos rehusar a la tecnología, ella ha ocupado parte indispensable – aunque nos pese – en nuestra vida, pero no por esto tenemos que dejar nuestro mundo de lado por eso, las pulsaciones en valorar cariños sea de un par o de nuestras mascotas tienen que ser dictadas por nuestro corazón y no por el llamado intermitente de ese aparato celular que muchas veces tiende a gobernarnos. Ellos lo agradecerán –