Las palometas volvieron a provocar heridas. Hubo 30 heridos en Santa Fe y una adolescente perdió un dedo. Los especialistas afirman que las altas temperaturas del agua incentivan la actividad biológica de la especie.
Con las altas temperaturas que se registraron el pasado fin de semana, volvió a darse un problema recurrente en los balnearios y espejos de agua a donde las personas acuden a refrescarse: el ataque de palometas.
Esta vez, en la provincia de Santa Fe, sufrieron mordeduras unas 30 personas que terminaron con heridas, entre ellas, una adolescente de 13 años perdió un dedo del pie.
El calor y las palometas
Según explican los especialistas, el calor y el agua tibia es un ambiente propicio para que las palometas ataquen.
Los ataques son comunes en esta época del año porque en verano transitan su etapa de reproducción y se acercan a la costa. Las altas temperaturas del agua incentivan la actividad biológica de la especie, al igual que la bajante del río. Estas condiciones crean un escenario propicio para la aparición de las palometas.
Son peces carnívoros y como todo predador, se ven atraídos por la sangre, la cual detectan desde lejos. Suele alimentarse de otros peces, como el dorado, pero la pesca indiscriminada posiblemente los obliga a salir a comer lo que encuentran.
Si una persona es atacada por este pez, debe desinfectar la herida lo más rápido posible.
Cómo reconocer a las palometas
Existen muchos tipos de palometas pero los que atacan generalmente son las spilopleura, más conocidas como piraña, palometa brava o palometa brillante; y las nattereri o palometa mora o palometa pacusa.
Estas son de color gris parduzco. Sus ojos son grandes y de mirar profundo y lejano y su mandíbula prominente, el hocico corto y la aleta caudal está muy escotada con filosos dientes triangulares, lo que les permite triturar la carne. Su cuerpo es ovalado, pero comprimido y alto. Fuente: (LaCapital)