Los gendarmes argentinos que integraron el segundo comando Alacrán desplegado en Bolivia tras el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales comienzan a declarar esta semana como testigos en el marco de la causa en la que se investiga el supuesto contrabando agravado de municiones desde Buenos Aires hacia La Paz en noviembre de 2019.
Se trata del «personal de la Gendarmería Nacional que se encontró desplegado en el Estado Plurinacional de Boliva desde el 10 de enero de 2020 al 1 de marzo» del mismo año, según surge de la resolución judicial firmada por el juez en lo Penal Económica, Alejandro Catania, a la que accedió Télam.
Los once gendarmes convocados para esta tanda de declaraciones testimoniales son los que llegaron a Bolivia para reemplazar a aquellos que llegaron en noviembre de 2019 a bordo de un avión Hércules C-130 junto con las municiones anti tumulto de elaboración argentina que habrían ido a parar a manos de las fuerzas represivas bolivianas.
En esta investigación se busca reconstruir el destino de las municiones antitumulto que salieron de la Argentina con el supuesto propósito de utilizarse para defender la Embajada nacional en Bolivia y la residencia del embajador, pero que se habrían desviado hacia otras manos.
En la primera tanda de testimoniales «no hubo sorpresas» porque los gendarmes del tercer grupo que llegó a Bolivia confirmaron que no utilizaron las municiones exportadas a ese país y que no realizaron prácticas de tiro, por lo que desacreditaron la hipótesis de que ese podría haber sido el motivo por el cual los pertrechos no regresaron a la Argentina, informaron fuentes con acceso al expediente.
Los gendarmes que estuvieron en La Paz entre el 28 de febrero y el 27 de junio del 2020 relataron ante la justicia que viajaron a Bolivia en vuelos comerciales, que no llevaron armas y que las que portaron en ese país -que les fueron entregadas allá- estaban almacenadas en un lugar de guardado de no más de dos metros cuadrados por lo que allí no hubiera entrado, por ejemplo, las 70.000 balas de goma cuyo destino se investiga.
Las convocatorias fueron dispuestas por el juez Catania, en diciembre pasado cuando junto con una veintena de medidas de prueba a desarrollarse en la Argentina y en Bolivia con el objetivo de reconstruir el destino de las municiones antitumulto.
En total, fueron 21 gendarmes convocados a prestar testimonio bajo juramento de decir verdad, mientras que luego el magistrado deberá evaluar la convocatoria de aquellos miembros de esa fuerza que viajaron junto a las municiones el 13 de noviembre de 2019.
A partir de una investigación interna de la propia Gendarmería se pudo saber que las municiones transportadas a Bolivia no fueron utilizadas por el Personal de Gendarmería que fue desplazado a ese país, por lo que se presume que ahora el juez llegará a la misma información pero en el marco del expediente judicial.
La justicia busca determinar, además, qué fue descargado de aquel vuelo de noviembre de 2019, quién lo descargó, a dónde fue llevado y que documentación existe al respecto; por lo que aún espera recibir desde Bolivia toda la documentación respaldatoria de aquella información que ya se encuentra en el expediente porque fue aportada por los denunciantes.