El ex jugador de fútbol habla de su trabajo en Por un puñado de pelos, de Pablo Escobar Gaviria, y de lo que fue vivir en esos años violentos. Está de acuerdo en que los jugadores ganen fortunas y no piensa que eso sea obsceno.
El Pibe Valderrama, el 10 colombiano, lo sabe: “Yo sé cómo me va a recordar la gente, pero no tiene nada que ver. Ese es un lujo que me doy. Pero uno quiere vivir, uno quiere estar, más allá de la situación que la que esté”. Pero Valderrama, que ostenta el afro más famoso de Latinoamérica, está ahora “en paz con haberme ido del fútbol después de jugarlo 22 años (siempre lo estuve): cumplí mi sueño”. ¿Qué hay entonces más allá de su labor periodística como comentarista que lo llevará al Mundial en Brasil? La respuesta puede sorprender: la actuación. “Ahora está este hermoso capricho que el director Néstor Montalbano me creó: actuar en Un puñado de pelos, film de comedia un poco absurdo y otro poco de valores sinceros.” Y sigue durante su mass mediático paso por Buenos Aires para la avant première del film que se estrena el 30 de enero y donde actúa junto a Nicolás Vázquez: “Es una nueva experiencia, pero me gusta aprender. Es bueno aprender, fortalecerse como persona, no quedarse. A veces pasa mucho en los futbolistas retirados. Te fortalece culturalmente algo así. Y Nico me dio varios tips. Además, no existe el miedo en mí. Al menos en estas cosas. Montalbano me dijo: Hágalo como usted es, no cambie nada, hágalo al estilo suyo”. E insiste en el éxito que puede tener la película gracias “al cariño que me tiene la gente: la gente me identificó con una idea de jugar muy bien y, más importante, muy feliz al fútbol. Pero, aparte de eso, por ejemplo, pienso en la primera Copa América que yo jugué, en el ’87, y me fue muy bien. Empecé a jugar y me gané el Balón de Oro esa vez. Fue en Argentina, y ustedes son pioneros del fútbol. ¿Sabés lo que es mostrar que sos bueno en Argentina?”.
—En la película interpretás a un alcalde de un pueblito que posee una fuente mágica que tiene poderes de restauración capilar. ¿Sería político?
—Mira, en la vida choqué con muchos personajes como el que interpreto yo aquí. A mí me dijeron: ‘Vas a representar al alcalde del pueblo’. Tengo que responder por los recursos del pueblo. Sabemos se trata de un muchacho que tiene mucho dinero y piensa que puede hacer lo que quiere y llevarse esa fuente de poder del pueblo. Choqué tantas veces con ese tipo de personas, el alcalde y el de Nico, que sé muy bien cómo hacerlo. Pero no acepto eso, no me gusta. Fue muy difícil esquivar gente así en mi carrera. Lo había visto tantas veces que lo saqué de la memoria.
—“Escobar, el patrón del mal” es un éxito en nuestro país ¿Por qué creés que la gente está fascinada con su figura?
—Porque es Pablo Escobar. El mundo conoce a Pablo Escobar. Pablo Escobar es una leyenda mundial. Ahora la pregunta es por qué la fascinación con él, con ver su vida, con ver que sucedió con él. Y ahí es donde sorprende la fascinación. Para mí, ya que fue un éxito, la respuesta es que la gente se fascina por el poder. A mí no me pasó eso nunca. Pero él era poderoso, eso seguro.
—¿Lo conociste alguna vez?
—No, no. Pero puedo decirte que era muy difícil convivir con eso, con esa violencia. Le daba a uno miedo. No importaba ser popular, eh. Estabas en un centro comercial y de repente estallaba una bomba. ¿Cómo te acostumbras a eso? ¿Cómo responde tu cuerpo? Era muy difícil. La relación con la muerte cambia. Pero ahora por suerte ya no es más así eso, las autoridades respondieron. Ahora vivimos más tranquilos.
—“La selecc10n” es una ficción muy exitosa en Colombia que narra la vida y obra tuya y de tus compañeros de selección: René Higuita, Freddy Rincon, Faustino Asprilla. ¿Cómo vivís algo así?
—Jugamos bien al fútbol. A la gente le gusta eso. Y teníamos estilo. Éramos un grupo que era noble, que quería divertir a la gente, algo que no sé si es posible en el fútbol de hoy.
— ¿No te gusta el fútbol hoy o te parecen obscenos los sponsoreos y las millonadas?
—No juegan bien al fútbol hoy. No se tiene la pelota. Los técnicos tiene miedo de perder, quieren tirarla para afuera, pero eso pasa porque hoy les piden resultados. No se tiene paciencia. Ahora, respecto a lo obsceno, no lo veo así: es lo que valen. Todo cambió. Ahora hay patrocinadores, sponsors, hay dinero. Y eso me parece bien. Lo merece el jugador. Ahora, ¿por qué eso alteraría el deporte? Si lo pensás, no tendría por qué.
—¿Qué amás del fútbol que creés que te define y define lo que no te gusta?
—Te dije, le quería hacer bien a la gente. Por eso no sería político. Pero uno busca sus posibilidades, y mi posibilidad siempre fue el fútbol. O el deporte en general. Amo jugar al fútbol. La magia que hay ahí no existe en otro lado. Lo que define a los norteamericanos es que nunca saben disfrutar del fútbol. Que no pueden soltar el espectáculo y entender que el fútbol es la improvisación. Nunca van a disfrutar del mejor deporte del mundo. No hay otro deporte que se juegue en todo el mundo: busca otro, no lo vas a encontrar.
—¿Final del Mundial?
—Argentina vs. Brasil. Eso seguro. Pero vamos a ver un gran Mundial. Ojo, Colombia tiene chances. Está jugando con responsabilidad.
—¿Podés explicarle a alguien que nunca estuvo ahí qué es realmente un Mundial?
—Ah, un Mundial. Yo en el fútbol cumplí casi todos mis sueños. Pero el primer paso que das en una cancha, para tu primer partido, es una cosa muy abrumadora. Sabés que estás ahí. Llegaste. Es único. Y aparte, porque de afuera puede haber cierta frialdad, vos querés ganar, vos creés poder ganar, todos tienen chances. Es un sentimiento como ningún otro.
—¿Cómo se ve a la Argentina desde Colombia, sobre todo desde el avance narco que hay en nuestro país, y qué viste ahora en tu visita?
—Argentina está en crisis, hay muchos problemas políticos, hay una tensión que se mencionó hasta en Colombia. De hecho, Argentina tiene más problemas hoy que Colombia. Yo viví el problema de mi país en carne propia.
“Maradona es el mejor de la historia”
Valderrama dijo, una y mil veces, que Maradona es según él “el mejor de la historia, mejor que todos los mejores de ahora (Iniesta, Messi)”, y habló sobre su relación con el 10: “Mi relación hoy es normal. Cuando jugábamos, compartíamos partidos de beneficencia, pero hoy no tenemos oportunidad. Lo que me define, a veces, es la alegría que me causó cuando me invitó al partido en que se retiraba. Yo lo veía desde Argentinos Juniors, cuando fue a jugar contra Pereyra. Lo vi cuando yo tenía 15 años. Después, lo veo en el campeonato juvenil. Y lo cruzo, juego contra él, lo veo en la cancha y me llama a su despedida: ¿cómo puede eso no ser un sueño mío?”. Valderrama será comentarista en el próximo Mundial; ¿le molesta la cantidad de periodistas que hay?: “No, no. Todo va creciendo en el fútbol. No me parece que sea arrebatado: es lógico. Lo que sí me molesta es la ficción: intentar convencer, incluso cuando uno puede ver una y otra vez un mismo partido, que tal jugador jugó mal cuando no lo hizo. Yo veo mucho fútbol, todas las ligas, todo el fin de semana. Y eso es así”. Y acota, rápido, “pero lo más lindo del fútbol es jugarlo”.