Argentina derrotó a Serbia y finalizó quinta en el Mundial U19

La U19 masculina cerró su participación en el Mundial de Hungría con una impecable y valiosa victoria por 87-71, ante una potencia formativa.

Cinco jugadores anotaron en doble dígito. Enorme 5to puesto. Mejor cierre, imposible. La Selección Argentina U19 masculina se despidió del Mundial de la categoría venciendo a Serbia, una escuela formativa internacional, por 87-71 jugando un partido de alto nivel, con jerarquía individual y funcionamiento colectivo.

Los once jugadores disponibles vieron acción y cinco anotaron en doble dígito, liderados por los 18 de Lee Aaliya y los 15 de Dylan Bordón. Los chicos cerraron su participación con récord de 4-3 y en un meritorio 5to lugar, la posición más alta en 12 años.  Juan Ignacio Respaud estuvo en cancha cinco minutos, si bien no pudo convertir en el torneo, se trae una experiencia más que importante el uruguayense.

Argentina fue de menos a más en el torneo, mejoró en todos los aspectos, se metió en la élite y compitió. Gran experiencia en el proceso de formación para un grupo de jugadores que tiene margen para seguir creciendo.

Tras un comienzo de estudio y paridad, Argentina empezó a plantarse mejor en el partido y a construir una leve ventaja, poniendo presión en la pintura rival. Con la presencia de Lee Aaliya cerca de los canastos y el trabajo de los perimetrales atacando de frente, los chicos cerraron el primer cuarto con una ventaja de 18-14. Si la diferencia no fue mayor, se debió a la falta de efectividad en los lanzamientos libres.

Para entonces, Lee Aaliya y Dylan Bordón eran los goleadores con 8 y 7 puntos respectivamente. Santiago Trouet sumaba 6 unidades con 3 rebotes. Argentina dominaba la zona cercana a los canastos con 13/18 en dobles y 26 a 14 en puntos en la pintura. Sin tener mayor efectividad, Serbia anotó cinco triples en el primer tiempo que marcaron la diferencia.

Con buenas defensas, dos triples y un parcial de 8-0 en los primeros minutos de la segunda mitad, Argentina dio vuelta la historia y recuperó el liderazgo. Pero Serbia, un país famoso por la calidad individual de sus jugadores en formación, tenía las armas para seguir en juego. No fue un partido de rachas, más bien, todo lo contrario. Ambos equipos, a su manera, ejecutaron bien y sacaron rédito. Argentina atacando la pintura y Serbia acertando con el lanzamiento de media y larga distancia. Tras un parcial de 25-20 para el combinado nacional, el tercer cuarto terminó empatado 61-61.

El envión apareció en el arranque del último período. Con apariciones de Trouet y Collomb, más un par de buenas acciones defensivas, Argentina tomó envión y sacó siete a seis minutos para el final. Luego de esa ráfaga, el cierre del partido no tuvo el dramatismo que se esperaba. Los chicos lo desearon más, mantuvieron la intensidad y pasaron por arriba a su rival, ganando el parcial por 26-10 hasta sellar la victoria por 87-71 y el quinto puesto del Mundial.

Cinco jugadores anotaron en doble dígito, liderados por los 18 de Aaliya. Dylan Bordón sumó 15, Santiago Trouet acompañó con 14 y 8 rebotes. Benajmín Marchiaro aportó 11 desde el banco. Lucas Giovannetti agregó 10 puntos y Diego Collomb, fundamental en el último cuarto, finalizó con 9. Salvo por la efectividad en libres, Argentina jugó un partido soñado en ataque, 53% de campo, 10 de 28 en triples, solo 9 pérdidas y 48 a 30 en puntos en la pintura. Lo ganó con defensa, provocando 16 pérdidas, y con su profundidad. Jugaron los once jugadores disponibles y superó a su rival por 30 a 10 en puntos desde la banca.

Primera victoria contra un europeo en esta edición y primera victoria ante Serbia en la historia del certamen. Quintos en el mundo. Mérito gigantesco de un equipo que cerró su participación con récord de 4-3. Fue de menos a más y finalizó jugando a gran nivel, con funcionamiento colectivo y crecimiento individual. El quinto lugar es la posición más alta desde el cuarto puesto en Letonia 2011, tanto para U19 como para U17.

Pero más allá del resultado, que es anecdótico en categorías formativas, los chicos sumaron roce contra rivales de jerarquía y una enorme experiencia para su desarrollo individual. Fundamental para tomar perspectiva, seguir con hambre y continuar con su formación. Compartir el camino y la alegría unidos por el calor de la camiseta de Argentina ayudará para potenciar el compromiso, la pertenencia y el deseo constante de buscar su mejor versión.